El presidente de Enresa, Francisco-Gil-Ortega, desveló ayer a La Tribuna que los estudios geológicos que se han realizado en Villar de Cañas (Cuenca) han confirmado que los terrenos son aptos para la construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC).
Francisco Gil-Ortega reconoció hace unos meses en el Congreso de los Diputados que se estaban realizando sondeos en la zona, para comprobar que no existía ninguna dificultdad en los terrenos para el inicio de la obra, ni tampoco ni tampoco ninguna posibilidad de una inundación ya que es una zona donde concluyen dos ríos, el Rus y el Guadiana.
«La caracterización del terreno ya está prácticamente terminado y el resultado es el normal, el que se esperaba. Es apto totalmente. Ha sido un acierto construir ahí el ATC», afirmó el máximo responsable de Enresa, después de asistir a la toma de posesión del nuevo presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Fernando Martí Scharfhausen, y los consejeros Rosario Velasco García, Fernando Castelló Boronat y Cristina Narbona Ruiz.
El acto estuvo presidido por el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, que estuvo acompañado, entre otros, por los miembros de la Mesa de la Cámara Baja; así como por el ministro de Industria, José Manuel Soria; el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón y el nuevo secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal.
«Velocidad de crucero». El máximo responsable de Enresa también destacó su satisfacción por la marcha de los preparativos de la construcción del ATC, y las diferentes instalaciones previstas, como el vivero de empresas, un proyecto que ya está firmado con la Junta de Castilla-La Mancha, que se encargará de ejecutarlo y adjudicarlo, mientras que Enresa hará frente al pago.
Además, recordó que ya se han adjudicado la construcción de las instalaciones previstas a varias de las empresas de ingeniería más importantes del país, por un importe cercano a los 30 millones de euros, que están ya empezando a trabajar.
«Esperamos tener toda la documentación para presentar al ministerio de Industria a finales de año. El proceso es lento porque es muy complicado, pero queremos ir haciendo cosas, al margen de lo que es la zona nuclear. Vamos a una velocidad de crucero importante para llegar a la fecha que tenemos programada, para tener el ATC completamente terminado a finales del 2017», afirmó.
Por otra parte, Francisco Gil-Ortega salió al paso de las críticas lanzadas desde el PSOE contra este proyecto y, muy especialmente, sobre el hecho de que no vaya a crear tantos puestos de trabajo como permitiría otro tipo de proyecto empresarial relacionado con las energías renovables.
«No hemos engañado a nadie. Hemos dicho que los puestos de trabajo que se van a crear durante estos próximos cinco años de ejecución del proyecto estarán entre 300 y 500, sin contar los puestos indirectos, dependiendo de cómo vayan las obras, aunque lógicamente se crearán más en el período 2014-2017», concluyó.