El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha asegurado que no se hará responsable de las "irresponsabilidades" de los demás grupos parlamentarios y ha criticado tanto a la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) como al partido ultraderechista Agrupación Nacional por elegir el "desorden" tras haber tumbado al Gobierno del primer ministro Michel Barnier con una moción de censura.
Macron ha resaltado que pese a las "concesiones" de Barnier a todos los grupos parlamentarios el Gobierno ha caído "porque la extrema derecha y la extrema izquierda se han unido en un frente antirrepublicano", algo que "no se había visto en 60 años".
"Las fuerzas que ayer todavía gobernaban Francia decidieron ayudarlos", ha subrayado en un discurso a la nación, acusando además a los diputados de la izquierda y de la extrema derecha de "estar pensando en las elecciones presidenciales".
El presidente francés ha prometido así nombrar un gobierno "de interés general" en "los próximos días" que "represente a todas las fuerzas políticas de un arco que pueda participar en él" o que se comprometa a no censurarlo. Su objetivo será, entre otras cuestiones, elaborar un presupuesto para el año 2025.
"Antes de mediados de diciembre se presentará al Parlamento una ley especial que permitirá, como prevé nuestra Constitución, la continuidad de los servicios públicos y de la vida del país", ha indicado, recordando también que su mandato finaliza en 30 meses.
En este sentido, Macron ha insistido nuevamente en que no dejará el cargo. "El mandato que me han confiado es de cinco años y lo ejerceré plenamente hasta su fin", ha resaltado, insistiendo en que su responsabilidad es "velar por la continuidad del Estado".
Barnier gobernaba hasta ahora en minoría y, ante la dificultad para aprobar los presupuestos, el lunes recurrió al artículo 49.3 de la Constitución francesa, que contempla la posibilidad de aprobar leyes esquivando la votación parlamentaria a cambio de tener que soometerse a una moción de censura.
El Nuevo Frente Popular cuenta con 182 diputados en la Cámara Baja francesa, que sumados a los 143 escaños de la Agrupación Nacional de Marine Le Pen, han servido para desbancar al veterano político, elevado por Macron a la Jefatura de Gobierno en un contexto político complicado para el mandatario.