El Cobisa Futsal le pone fe a ganar en Guadalajara (6-7)

La Tribuna
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El conjunto de Quique Soto, siempre por detrás en el marcador, dio la vuelta al resultado al final en un partido que tuvo de todo

Los toledanos enlazaron su segunda victoria seguida

Le costó sudor y mucho sufrimiento al +QueHipotecas Cobisa Futsal salir con los tres puntos del pabellón David Santamaría ante un rival, el CD Ciudad de Guadalajara, que nunca dejó de pelear, y que siempre fue por delante en el marcador, salvo en los últimos minutos.

El equipo de Quique Soto tuvo que sobreponerse a múltiples adversidades. La primera, los dos goles locales en un rebote en un saque de banda sin aparente peligro. El técnico tuvo que pedir tiempo muerto. Estaban bien, pero iban por detrás en el marcador. En una segunda jugada, llegó el 2 a 1, pero, cuando mejor estaban los toledanos, los árbitros comenzaron a cargar de faltas a los locales, así que pronto alcanzaron el bonus.

Jota falló el primero, pero David García marcó el 2-2 desde los diez metros. Luego, llegó el tercero, en una situación aislada, aunque el Cobisa logró igualar en una excelente triangulación. A continuación, se erraron otros dos lanzamientos antes del descanso, así que con el 3-3 se inició la segunda mitad.

En los primeros minutos, la escuadra cobisana salió con decisión a por la victoria, aunque, en un balón largo, encajó el cuarto. Para colmo, llegó un penalti favorable al Guadalajara que nadie entendió, y en el que los alcarreños se colocaron con un increíble 5 a 3. Ese resultado hizo daño a los de Soto, que habían remado bastante por lo contrario.

A falta de nueve minutos, sacaron el portero-jugador, y consiguieron igualar (5-5). Pero una mala entrega, provocó otro fallo y el 6-5. Vuelta a empezar. Los aurirrijos, que jugaron de blanco, nunca dejaron de creer, y esa fue la clave para terminar sumando los tres puntos. Con el juego de cinco, llegó el 6-6, a falta de un minuto y medio, pero también el 6-7, con solo 40 segundos por delante. Todavía pudo sellar las tablas la escuadra de casa, de no haberse topado con el palo.