Últimos días de agosto y primeros de una carrera de fondo en la sucesión del cardenal Antonio María Rouco Varela al frente de la Archidiócesis de Madrid. El Papa Francisco ha comenzado a mover ficha con cautela. La Iglesia en España asiste en estas semanas a una renovación de pastores en las diócesis de mayor peso, y por tanto, poder e influencia, lo que genera cierta lucha por las mitras más valoradas en el panorama nacional.
La jugada comenzaba el pasado mes de diciembre cuando el Papa Francisco proponía al cardenal Antonio Cañizares Llovera en una reunión privada como sucesor del cardenal Rouco, que en agosto de 2011 presentaba su renuncia ante el sumo pontífice de Roma al cumplir los 75 años de edad.
Desde entonces el purpurado de Madrid ha intentado alargar la agonía del adiós, pero este miércoles -78 cumpleaños del cardenal Rouco- la Santa Sede comunicaba tanto al Gobierno como al arzobispo de Valencia, Carlos Osoro Sierra, que será él el próximo responsable de la Archidiócesis madrileña.
Una información que lanzaba el portal web ‘Religión Digital’ y que abre con toda seguridad al cardenal Antonio Cañizares la puerta a la Archidiócesis de Valencia, tras los intentos y disputas internas que el propio Antonio María Rouco Varela ha liderado para evitar que Cañizares aterrizara en Madrid, feudo ‘rouquista’ al que el Papa argentino parece poner punto y final.
De este modo, el que fuera arzobispo de Toledo y Primado de España regresará a su tierra natal para suceder al arzobispo Carlos Osoro, que en septiembre tomaría posesión de la sede madrileña, donde también ocupa la vicepresidencia de la Conferencia Episcopal Española (CEE) desde el pasado mes de marzo.
Deseo de vuelta a España. El purpurado de Utiel llegó a la Primada en el año 2002 donde ejerció su ministerio hasta 2009, cuando se instaló en Roma como prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cargo en el que el Papa Francisco no le ha ratificado ya que el cardenal ha mostrado en más de una ocasión la intención de regresar a España.
Ese deseo de vuelta, parece, al fin, una realidad que responde a la lógica del Papa Francisco. El cardenal Cañizares irá a Valencia, a su tierra, a quemar sus últimos años como peso pesado de la Iglesia española. Cumplirá los 75 años en octubre de 2020, edad que le obligará a presentar su renuncia ante la Santa Sede, aunque otra cuestión es que sea aceptada al instante, algo que no suele suceder por razones de cortesía o protocolo.
La próxima semana, según fuentes vaticanas el jueves 28, el Papa Francisco hará públicos los nombramientos que atañen a la Iglesia en España. Que el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, va a Madrid es una apuesta casi ganada, aunque el sucesor de Pedro aún puede dar sorpresas, y es que en la terna para suceder al cardenal Rouco al frente de Madrid se encuentra el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza, y al parecer, por deseo expreso de Rouco.