El Ciudadano preferiría andamios volantes en la Delegación

J. Monroy
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Ahora los autobuses urbanos estarán dos años sin subir a Zocodover y los vecinos piden que al menos se organicen bien y respeten las dársenas en Gerardo Lobo

El Ciudadano preferiría por andamios volantes en la Delegación - Foto: Yolanda Lancha

Los autobuses urbanos de Toledo van a estar al menos dos años sin subir a Zocodover, como consecuencia de las obras en la Delegación del Gobierno. Una mala noticia para los vecinos de la ciudad, que hubieran preferido que se hubiera buscado otras alternativas

Durante el encuentro en el que el concejal de Tráfico, Iñaki Jiménez, explicó esta situación a las asociaciones de vecinos de la ciudad, estas plantearon una discrepancia en torno a los andamios. Su idea, explica José Luis Calvo, presidente de la Federación El Ciudadano, es que se situaran andamios colgantes, para no tener que cortar así el carril de subida.

El problema, apuntó Jiménez, es que los técnicos ya han estudiado la situación y no han visto otra opción que poner los andamios en el carril, más cuando también habrá que arreglar los balcones, apunta Calvo.

De esta forma, la decisión está ya tomada, se cortará este carril de subida durante al menos dos años, y solo podrán acceder a Zocodover los taxis, autobuses de hoteles con autorización y residentes. A la Federación Vecinal le hubiera gustado conocer la situación de antemano y poder opinar previamente, y que al menos hubiera estado presente el técnico que tomó la decisión del andamio en la calle para que diera las explicaciones oportunas.

Gerardo Lobo. Ante estas circunstancias, y también ante el hecho de que se prevén obras tanto en la Vega como en la zona del Granadal, el Ayuntamiento ha optado por poner la cabecera de los autobuses de nuevo en Gerardo Lobo, una vez remodelada la calle y con dársenas.

Para evitar problemas que ya se han producido en situaciones similares precedentes, la Federación ha pedido a Jiménez que se organice bien la llegada de los autobuses y sus dársenas, que estén bien informadas «y que el autobús aparque en la dársena que le toque». De no ser así, volverán las carreras de los usuarios cuesta arriba en busca del autobús, algo que la Federación quiere evitar a toda costa.

Lo que Calvo se plantea es si la obra al final será de dos años, como está previsto, porque mucho se teme que al final puedan ser tres «dados los plazos de la administración».