Las labores de recuperación de los cuerpos de los tres tripulantes de la avioneta siniestrada en la tarde del domingo en San Pablo de los Montes ha sido muy «complicada», debido a la orografía del terreno y a las «dimensiones» del siniestro en sí. De esta forma lo indica a La Tribuna de Toledo Pedro Antonio Ruiz, oficial del Consorcio de Bomberos que desde que se les avisó del suceso por el 112 y hasta ayer, ha estado en la zona trabajando junto a sus compañeros, en total dos dotaciones del parque provincial de Toledo.
Las condiciones de acceso a la zona han sido difíciles, asegura. El punto donde se estrelló el monomotor se encuentra a 1.200 metros de altitud, siendo complicado llegar por la carretera y los diferentes caminos rurales. Asegura Ruiz que el terreno es «agreste», con una «gran inclinación», compuesto por piedras, pedriza y vegetación.
El aparato estaba en la zona más alta de la ladera de este coto municipal conocido como Cabrahigos y los restos tanto de la avioneta como de sus tres ocupantes estaban localizados en un radio de unos 60 ó 70 metros.
En la noche del domingo fue complicado actuar, ya que el terreno, la lluvia y la ausencia de luz hacían complicadas las labores de rescate de los cuerpos. En un primer momento se pudo comprobar que había dos fallecidos, un hombre y una mujer, tal y como publicaba este diario en la edición de ayer, pero a las once y media de la noche, se localizaron restos de un tercer fallecido, otro varón. Junto al operativo movilizado hasta allí se desplazó también una médico forense.
Alrededor de la una de la madrugada del domingo al lunes se decidió continuar la recuperación de cuerpos y las investigaciones con las primeras luces del día. Así, en la zona, para proteger los restos de los carroñeros de la zona, se quedaron bomberos y Guardia Civil vigilando el espacio donde se produjo el suceso.
A las ocho de la madrugada de ayer lunes, se iniciaban de nuevo las labores, con la presencia de la Policía Judicial que se encargaba de marcar los puntos en los que se hallaban los restos tanto del monomotor como de los fallecidos.
Los cadáveres se trasladaban por parte de los bomberos del Consorcio de Toledo, cerca de las dos de la tarde de ayer de manera manual por la ladera, para que su rescate se llevaba a cabo en helicóptero en un lugar más accesible que los acercaba hasta un punto en el cual se hallaba un furgón de ‘Nueva Funeraria’, para llevarlos al depósito del Instituto de Medicina Legal en las inmediaciones del cementerio de Toledo, ya que había que realizar las oportunas autopsias que según fuentes de este instituto se llevarían a cabo en la mañana de hoy martes.
El accidente del aparato en Cabrahigos provocó un pequeño incendio. Sin embargo, los restos de los cuerpos, según ha podido saber La Tribuna de Toledo, no se encontraban calcinados.
Al parecer, durante el impacto, pudieron salir despedidos, o en el mismo momento de la caída del monomotor, quedando entre las piedras.
Desde el Ministerio de Fomento se explica a este diario que todavía se siguen investigando las causas que han producido el accidente. Hasta el lugar del suceso, desde la noche del domingo, se desplazaron miembros de la CIAIAC, Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil, dependiente del Ministerio, quienes analizaban sobre el terreno los restos del aparato para comprobar qué fue lo que produjo el siniestro.