Vivir en libertad, vivir sin miedo

Leticia G. Colao
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La Plataforma Feminista ha escenificado con lazos morados el asesinato de las 83 mujeres víctimas de feminicidios en lo que va de año y exigió más educación porque «el violento no nace, se hace»

Vivir en libertad, vivir sin miedo - Foto: Manu Reino

La concentración organizada por la Plataforma Feminista de Talavera ha vuelto a tener la plaza de San Francisco como escenario. Allí, rodeados de carteles y frases contra los asesinatos machistas, el color morado y de mucha sororidad, la Plataforma ha escenificado el acto más representativo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia a las Mujeres. Entre los presentes,  miembros del PSOE, con Tita García a la cabeza.

El acto ha trascendido de forma tranquila, con la participación de 'Ellas Cuentan' en la lectura de textos, poemas y canciones alusivas a la falta de libertad de la mujer y un acto protagonizado de forma simbólica por las 85 mujeres víctimas de feminicidios en el presente año. En él, algunos de los presentes han lanzado a una sábana manchada de sangre, lazos morados con el nombre y el 'número' de la víctima, que en las últimas horas se ha cobrado dos más, una de ellas con 15 años.

La Plataforma diferencia entre las 42 mujeres asesinadas registradas oficialmente como víctimas de violencia de género, y así recogidas por la Ley Integral contra la Violencia Machista, y las 85 totales que se cuentan como feminicidios, es decir, aquellas asesinadas por hombres no solo parejas o exparejas. Con todo, se incidió en que «85 no es un número, no son solo datos, son vidas». A ellos se suman 30 menores que quedan huérfanos.

Vivir en libertad, vivir sin miedoVivir en libertad, vivir sin miedo - Foto: Manu ReinoY es que el asesinato machista es la parte más extrema de la desigualdad entre hombres y mujeres, la «cúspide» de la pirámide de la violencia machista, al que se suman 'por debajo' agresiones sexuales, matrimonios infantiles; ablación/mutilación genital femenina; la trata de mujeres y niñas; violencia vicaria y un largo etcétera de violencias psicológicas que nos anulan como personas a las mujeres y a las niñas en cualquier lugar del planeta». Lo hacen golpeando «con especial dureza» a las mujeres más vulnerables, en entornos de precariedad, a mujeres con discapacidad, migrantes, mujeres en territorios bélicos, donde sus cuerpos son violentados y agredidos sexualmente».

El texto recordó que ahora hace 20 años de la aprobación de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la violencia Machista, aunque «los asesinatos siguen estando en cifras que no podemos tolerar». Consideran que algo falla, principalmente que solo se ha desarrollado la parte de la ley que castiga al maltratador, pero no aquella en la que se habla de transformación y sensibilización de la sociedad, lo que conllevaría a disfrutar ahora de una «sociedad más igualitaria, menos machista y patriarcal en la que iría desapareciendo la violencia hacia las mujeres».

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Y es que, recuerdan, «el violento no nace, se hace», de ahí que sea tan importante para poner fin a esta lacra «medidas preventivas y educativas» desde la infancia.