La prohibición del baño en el Tajo ya dura 52 años

La Tribuna
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La Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo recuerda la triste efemérides y asegura que «nada ni nadie puede justificar la bondad de los trasvases» ni la contaminación que sufre

Bañistas en la playa de Safont de Toledo, años antes de la prohibición. - Foto: Eduardo Sánchez Butragueño

La Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo ha remitido una nota conmemorativa sobre el aniversario de la prohibición del baño en el Tajo, una efemérides que recuerda la vigencia de un problema, el de la contaminación del río, que se prolonga en el tiempo y castiga la imagen de la ciudad. La institución recuerda que hoy, 19 de junio:

«Se cumplen 52 años de prohibición del baño en el Tajo en toda la provincia de Toledo. Tanto la prohibición como la contaminación que la justifica y la toma de medidas para hacer efectiva la prohibición siguen vigentes y es responsabilidad de los ayuntamientos de la provincia velar por su cumplimiento. Entre esas medidas de obligado cumplimiento para los ayuntamientos está la de colocar cartelería en los puntos susceptibles de baño y sus accesos advirtiendo de la prohibición así como de la razón de ésta.

Sin embargo, en Toledo no existe ninguna advertencia en tal sentido, a pesar de que por distintos medios la Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo ha planteado la situación reiteradamente.

Bañistas en la playa de Safont de Toledo, años antes de la prohibición.Bañistas en la playa de Safont de Toledo, años antes de la prohibición. - Foto: Eduardo Sánchez ButragueñoAnte la llegada de un nuevo equipo de Gobierno municipal que incorpora una Concejalía para los asuntos relativos al Tajo, la Plataforma ha remitido una carta al alcalde Carlos Velázquez instándole a cumplir con lo establecido en la orden de prohibición del baño de 19 de junio de 1972.

Ante esta desgraciada conmemoración, la Plataforma recuerda a toda la ciudadanía que el primer agravio al Tajo vino de la mano de la contaminación procedente del desarrollo de Madrid y su área metropolitana en continua expansión y después agravada por la entrada en funcionamiento del Acueducto Tajo-Segura que le resta al Tajo cinco de cada seis litros de caudal, haciendo la contaminación más concentrada tras el encuentro con su afluente Jarama en Aranjuez.

Ante este panorama, la Plataforma considera que nadie ni nada puede justificar la bondad de los trasvases, ni que la pérdida del Tajo como tal río y convertido en una cloaca a cielo abierto sea el precio a pagar por el desarrollo de Madrid, porque desnudar a un santo para vestir a otro no es sino un acto injusto, colonial y usurpador con el que burlar a la ciudadanía agraviada. Flaco favor nos hacemos los ribereños del Tajo consintiendo que nuestros gobernantes, a los que hemos confiado la gestión de lo público y colectivo, tomen posiciones de equidistancia o justificación ante la contaminación o los trasvases, y pretendan que las soluciones vengan por otras vías en las que ellos mismos delegan en instancias ajenas o superiores haciendo dejación de sus funciones y encomiendas. 52 años de martirio a un río al que debemos nuestro pasado».