Tras el vaivén de emociones de la Liga Europa, donde la 'culerada' terminó absolutamente dividida entre quienes se aferran al optimismo por el instinto de supervivencia que demostró el equipo, y la otra media entre quienes se muestran pesimistas porque el Viejo Continente sigue castigando al Barça, el único gesto unificado llegó en el minuto 38, cuando todos apretaron los dientes cuando Pedri se sentó en el suelo y pidió el cambio.
Incluso en el acto de lesionarse (aguantó de pie un buen rato, hasta que la pelota salió por la línea de banda y se tiró al suelo), Pedri es un tipo normal. Desde el nombre, Pedro González López, hasta el peinado, el discurso, la sonrisa por compromiso adjunta a su timidez... y, sin embargo, cada aficionado, cada entrenador y cada adversario pueden intuir que es el futbolista más especial sobre el césped conforme se mueve y acaricia el balón. De esa normalidad nace su grandeza.
Por eso, la lesión muscular del canario (Tegueste, 25 de noviembre de 2002) es una de las peores noticias que pudo recibir la parroquia azulgrana, similar a la de cualquier gol del rival, o del Real Madrid en cualquier partido, o incluso las corruptelas arbitrales: en el vibrante Barça-United, Pedri realizó un pase hacia atrás y notó un pinchazo en el recto anterior de la pierna derecha. Fue inmediatamente sustituido por Sergi Roberto. La primera exploración (rotura) confirmó un período de baja aproximado de cuatro semanas justo cuando había descubierto su 'otra' faceta.
Porque del '8' blaugrana, un fenómeno ya instalado de pleno derecho en la élite (mejor joven de la Eurocopa 2020, Trofeo Kopa y Golden Boy en 2021), ya se esperaban las conducciones y las pausas, esa visión de juego global que le permite ser uno de los mejores creadores de juego de España: el primer toque, el control orientado, el desmarque entre líneas… pero el gol no estaba entre las expectativas. Y, sin embargo, lo ha añadido con naturalidad a su repertorio.
En su mes de ausencia, el Barcelona perderá tanto a su mejor constructor de juego en el último tercio… como al segundo máximo realizador tras Robert Lewandowski. El último tanto liguero del conjunto denota que polaco y tinerfeño han formado un no tan extraño tándem: 'Lewi' lee los desmarques de Pedri, Pedri lee los huecos que genera 'Lewi' y ambos se buscan en un palmo de terreno cuando se acercan a la portería. El 0-1 de La Cerámica fue exactamente eso: una pared rápida y un pase milimétrico del '9' para que el canario coleccionase la décima victoria a domicilio en 11 partidos ligueros.
Doce puntos
Esa diana certificó el nuevo rol del centrocampista, de repente un futbolista decisivo. Ha sido goleador único en cuatro partidos del Barça en la presente Liga: cuatro de los siete 1-0 que ha coleccionado el equipo culé en la 22/23. Anotó el tanto del triunfo ante el Celta (8ª jornada) y solo en el último mes firmó los triunfos por la mínima ante Girona, Getafe y Villarreal. Nadie en el Barcelona, desde que lo hiciera Samuel Eto'o en la campaña 05/06, había sido el único realizador del combinado en cuatro partidos de una misma Liga. Ni siquiera Leo Messi había logrado igualar la hazaña del camerunés.
Estos 12 puntos que ha cosechado con sus remates le convierten en el futbolista más determinante del torneo doméstico, por encima de Borja Iglesias: sus nueve goles han reportado 10 puntos al Betis. Solo Joselu (sumando dianas más asistencias) ha logrado 12 puntos para el Espanyol.
Así que, finalmente Xavi ha encontrado al 'chico listo' con gol que aprovechase la inagotable labor de erosión de Lewandowski entre los centrales rivales. Que se acercase a portería era la consigna y Pedri, chico normal y obediente, lo ha clavado. Su ausencia genera un problema al técnico -quien le pidió que se acercase más a la puerta contraria cuando detectó que no le temblaba la pierna en el área-:¿quién será el nuevo llegador, el que mantenga el ritmo goleador, cuando Lewandowski esté completamente anulado?