El BM Casa Álvarez Imperial sacó adelante la salida a la cancha del BM Solúcar, aunque se volvió con el mal sabor de boca de haberse confiado en la segunda mitad. Sirvió el gran despliegue realizado en la primera, sobre todo en defensa, pero luego se encajaron demasiados goles tras el descanso.

Las primeras ventajas fueron para el conjunto toledano, gracias a su juego férreo y a que las jugadoras de ataque pudieron correr, generando muchos lanzamientos. Mediada la primera parte, el 2-7 a su favor reflejaba el buen rendimiento atrás. Sí es verdad que la rente pudo ser mayor de haber encontrado más solvencia de cara a portería.

En cualquier caso, las decisiones arbitrales, que permitieron infracciones y contactos, fue condicionando un poco el juego del cuadro de Diego García, que, aun así, se marchó al entreacto con un marcador de 8-14.

Con ese resultado amplio, la segunda parte descendió en cuanto a prestaciones. Además, el visitar a un equipo de la parte baja hizo que las jugadoras se relajaron inconscientemente. En los primeros minutos se fue manteniendo, e incluso incrementando, la diferencia, pero los parciales comenzaron a ponerse a favor de la escuadra sevillana, que en los últimos diez minutos endosó seis goles al Imperial, para acabar en 24-29.