Ha llegado el día. Este viernes Begoña Gómez comparecerá como investigada ante el juez Fernando Peinado, titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Madrid.
Horas antes de su comparecencia, el juzgado ha hecho público que Gómez debe responder sobre todas las actuaciones realizadas desde que su marido es presidente de gobierno, y que recoge la denuncia presentada por Manos Limpias. Es decir, que Begoña Gómez, acusada de presunto tráfico de influencia y corrupción, tendrá que explicar su contratación y comportamiento como codirectora de la cátedra de Transformación Social Competitiva de la Complutense, las cartas de recomendación al gobierno a favor de algunos de los patrocinadores de su cátedra; sobre el software que varias empresas regalaron a la Complutense y comercializó Begoña Gómez como si fuera de su propiedad; el cobro de la matrícula a alumnos de su máster, que pertenecía a la Complutense y, como explicó el juez a los fiscales y defensores de Begoña Díaz, tendrá que responder sobre todos los asuntos que se han ido conociendo y merecían explicación. No tendrá que responder, en cambio, sobre los asuntos que podrían afectar al uso que ha hecho el gobierno de los fondos europeos, porque corresponde hacerlo a la Fiscalía de la UE.
Comparece también como testigo el rector de la Complutense Joaquín Goyache, pero no lo hará hasta el día 15 el presunto socio de Gómez en varias de sus actividades, Carlos Barrabés, por encontrarse hospitalizado.
La comparecencia de Begoña Gómez ha estado precedida de un debate político sin precedentes, con acusaciones graves entre los defensores de Sánchez y sus detractores, incluido importantes medios de comunicación, en el que no han faltado las descalificaciones personales dirigidas a personas afectadas por la actividad docente o empresarial de la mujer del presidente. Desde el PSOE se ha llegado a considerar corrupto al juez Peinado por utilizar dos carnets de identidad para ocultar patrimonio, y nadie de los que lanzaron esas acusaciones ha recogido que los investigadores han encontrado al menos ocho personas con su mismo nombre y dos apellidos del juez … Aunque diferentes números de DNI.
Pedro Sánchez, como es lógico, ha defendido la honorabilidad de su mujer, pero menos lógico es la virulencia demostrada hacia los medios de comunicación que han publicado docenas de informaciones que provocaban escándalo, y contra los jueces y fiscales que decían que debían ser investigadas. Ha anunciado medidas que pretenden, supuestamente, defender la verdad, pero que en realidad es una amenaza en forma de falta de publicidad institucional, a aquellos que insistan en seguir indagando sobre las actividades de personas cercanas al presidente.
Este viernes se aclararán muchas incógnitas, pero más que la declaración de Gómez importa la de Goyeche. Como testigo, el rector está obligado a decir la verdad, de no hacerlo sería acusado de perjurio.
Begoña Gómez se encuentra ante una importante prueba de fuego. Pero también su marido, Pedro Sánchez, sobre el que planea la sospecha de que ha podido amparar actividades ilegales en su círculo de confianza.