Naciones Unidas ha afirmado este miércoles que el uso de bombas pesadas por parte del Ejército de Israel en el marco de su ofensiva contra la Franja de Gaza genera "graves preocupaciones" en torno a posibles violaciones de las leyes de la guerra debido al "elevado número de víctimas civiles" y la "destrucción generalizada" causada por estos ataques.
La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha señalado en un informe que una investigación sobre el uso de este armamento en seis bombardeos en la Franja presenta dudas sobre el respeto por parte de Israel de los principios de distinción, proporcionalidad y precaución en sus ataques.
Así, ha explicado que en estos ataques, perpetrados entre el 9 de octubre y el 2 de diciembre de 2023, se habrían usado bombas de hasta cerca de 900 kilogramos contra edificios residenciales, una escuela, campamentos de refugiados y un mercado, causando cerca de 220 muertos, si bien el balance podría ser "mucho más elevado".
"El requisito de seleccionar medios y métodos de guerra que eviten o al menos minimicen en toda medida los daños a civiles parece haber sido violado sistemáticamente en la campaña de bombardeos de Israel", ha dicho el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, en el marco de las denuncias contra Israel por sus tácticas en el marco de la ofensiva, lanzada tras los ataques perpetrados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
"La elección de métodos y medios por parte de Israel para sus acciones en el marco de las hostilidades en Gaza desde el 7 de octubre, incluido el uso extensivo de armas explosivas con amplios efectos en áreas densamente pobladas, no ha logrado garantizar que se distinga efectivamente entre civiles y combatientes", ha subrayado.
Así, ha recordado que "las vidas y la infraestructura de los civiles están protegidas por el Derecho Internacional Humanitario" y ha agregado que "esta ley establece las obligaciones muy claras de las partes en conflictos armados que hacen de la protección de los civiles una prioridad".
El informe concluye que los bombardeos israelíes, ejemplificados en estos seis incidentes, indican que el Ejército de Israel habría "violado en repetidas ocasiones" los principios fundamentales de las leyes de la guerra, lo que podría implicar también la comisión de crímenes contra la humanidad.
En este sentido, destaca que el Ejército israelí dijo el 11 de noviembre que hasta entonces había atacado "más de 5.000 objetivos", mientras que las autoridades de Gaza, controladas por Hamás, indicaron entonces que más de 11.000 palestinos habían muerto, a los que se sumaron cerca de 27.500 heridos y unos 2.700 desaparecidos.
En esas fechas, un portavoz del Ejército de Israel subrayó que "mientras se equilibra la precisión con el alcance de los daños, en estos momentos el foco está en lo que causa el máximo daño", según la oficina de Turk, que recoge además unas declaraciones de otro cargo militar que describió a "Hamás y a los residentes de Gaza" como "bestias humanas".
Sin pasos hacia la rendición de cuentas
Uno de estos ataques, perpetrado el 2 de diciembre en el barrio de Shujaia de la ciudad de Gaza, causó destrucción en una diagonal de 130 metros, destruyendo 15 edificios y dañando al menos otros catorce, con al menos 60 muertos. En estos bombardeos se usaron bombas capaces de penetrar a través de varios pisos de cemento y provocar el derrumbe de estructuras.
Además, el documento recalca que en cinco de estos ataques no se emitieron alertas previas, mientras que en tres de ellos el Ejército argumentó que el objetivo eran personas que supuestamente participaron en los ataques del 7 de octubre, si bien la ONU ha insistido en que la presencia de un comandante o combatientes no convierte un barrio en objetivo militar.
"Si bien las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirman que han iniciado evaluaciones de la mayoría de los incidentes examinados en el informe, ya han pasado ocho meses desde que ocurrió el primero de estos extremadamente graves incidentes", ha reseñado Turk, quien ha incidido en que "todavía no hay claridad sobre lo que sucedió ni sobre los pasos hacia la rendición de cuentas".
"Pido a Israel que haga públicas las conclusiones detalladas sobre estos incidentes. También debe garantizar investigaciones exhaustivas e independientes sobre estos y todos otros incidentes similares con miras a identificar a los responsables de las violaciones, hacerles rendir cuentas y garantizar el derecho de todas las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación", ha zanjado.
Si bien el informe se centra en los ataques del Ejército de Israel, también recoge que los grupos armados palestinos han llevado a cabo ataques indiscriminados con proyectiles contra territorio israelí, lo que supone igualmente una violación del Derecho Internacional Humanitario, además de subrayar que estas formaciones tienen la obligación de proteger a los civiles evitando colocar objetivos militares en zonas pobladas.