La cifra de residentes en la provincia de Toledo alcanza, con 742.190 vecinos, el mayor tamaño de su historia a 1 de abril de 2024. En el último año, el territorio toledano ha sumado 9.416 personas, una cifra que confirma su atractivo residencial y una tendencia demográfica alcista. El ritmo de crecimiento se acelera respecto a años anteriores y apunta hacia los 800.000 habitantes al final de la década.
En el primer trimestre del año, los municipios toledano han ganado 934 residentes, lo que supone una media de unos diez diarios. Si se compara con abril del pasado año, el alza repunta hasta los 25 vecinos cada día. En términos relativos, el aumento respecto al trimestre anterior es de un centésima porcentual; sobre el 1 de abril de 2023, se estira hasta el 1,15%.
Entre cada millar de vecinos, hay 503 hombres y 497 mujeres, una circunstancia que demuestra la mayor presencia masculina en el padrón, un volumen más amplio en las primeras edades que se torna favorable a las mujeres en las etapas más longevas.
Un total de 34.291 toledanos tienen más de 80 años. El porcentaje de mujeres en esta cohorte alcanza el 62,3% de la población. Entre los nonagenarios, las mujeres (6.714 ciudadanas) casi duplican la presencia de hombres (3.401 pobladores). La brecha se hace aún mayor entre aquellos que tienen 100 o más años: de los 302 habitantes centenarios de la provincia, el 82,5% (un total de 243 vecinas) son mujeres.
En la franja más joven, la provincia de Toledo reúne 10.001 niños con cero y un año. En ese volumen de corta edad, se contaban 5.105 niños y 4.896 niños. La brecha confirma la existencia de más nacimientos de varones.
El crecimiento de la población residente se nutre de la llegada de miles de personas procedentes de otras provincias españolas y de terceros países. El territorio toledano alcanza su mayor población empujado por el atractivo de la capital regional y su alfoz, y de las localidades más próximas a la vecina Comunidad de Madrid. El intenso aumento de censados en determinados municipios confirma el interés de la provincia como espacio económico y para la puesta en marcha de proyectos vitales.
Los respectivos padrones municipales, sin embargo, exhiben dos velocidades para un mismo territorio: el norte de la provincia, los alrededores de Toledo y algunos municipios próximos a Talavera crecen, mientras la Mancha toledana sufre un leve goteo a la baja y otras comarcas periféricas y alejadas de los grandes núcleos y las prinicipales vías de comunicación, tales la Jara, los Montes o la Sierra de San Vicente, pierden residentes de manera significativa.
En menos de tres décadas, el tamaño demográfico de la provincia ha crecido en más de 200.000 personas. En 2014, el dato de población que ofrecía el Instituto Nacional de Estadística contabilizaba escasos 700.000 habitantes.
RESIDENTES FORÁNEOS. La población extranjera se eleva hasta los 94.478 residentes, el 12,9% del total. Aproximadamente, uno de cada siete habitantes de la provincia proceden de otros países.
Los vecinos con nacionalidades foráneas menores de 40 años suman 55.570 personas. Hay una mayor proporción de inmigrantes en edades más tempranas que en las tardías.