Vecinos del barrio de Palomarejos elevan su preocupación por los robos sufridos en las útimas fechas en sus domicilios. Concretamente, se han producido dos en la última semana en hogares del mismo bloque de vecinos, en la calle Burdeos junto a la residencia de mayores ubicada junto a la avenida Barber. Los robos denunciados cumplen las mismas características, lo que deja pruebas evidentes a la Policía Nacional para confirmar que quiénes los ejecutan son bandas organizadas que proceden del extranjero. Pese a contar con esas certezas, la Policía Nacional informa a los afectados de que es de gran dificultad para los agentes capturar a los delincuentes si no se les pilla in fraganti, entre otras cuestiones, porque realizan el robo con una metodología que deja pocas pruebas para su identificación.

Esta situación genera rabia e impotencia entre los afectados, que afirman que al hablarlo con otros vecinos de la ciudad no sólo ocurre en su barrio, sino que se extiende por otros barrios toledanos, sólo que los robos se dilatan en el tiempo. El modus operandi de la organización criminal que efectúa estos robos se corresponde con los períodos vacacionales de sus víctimas. Lo que deja entrever el temor de la Policía Nacional ante la posibilidad de que se produzcan nuevos delitos de estas características a lo largo de este mes, tal y como revelan los afectados.

Las víctimas informan de que los delincuentes entran al interior del domicilio sin forzar siquiera la puerta, porque «cuentan con medios mucho más avanzados de los que contamos en España». Uno de los afectados relata una conversación con su cerrajero de confianza en la que éste le transmite que su puerta es una de las más seguras del mercado español, pero que las bandas que cometen estos robos cuentan con llaves capaces de abrir todo tipo de puertas. Una vez que están dentro del domicilio, los ladrones no suelen destrozar las casas, sino que buscan dinero y joyas en los cajones por medio de detectores de metales u otros materiales que les faciliten el trabajo. Las víctimas también señalan que durante el robo los ladrones suelen bajar las persianas del domicilio para evitar ser observados y que, al abandonar el mismo, colocan algún tipo de sustancia en la puerta para evitar que ésta pueda abrirse con la llave habitual del propietario o inquilino salvo que se cambie o intervenga la cerradura.

La Policía Nacional ha informado a las víctimas de que estos robos no se corresponden a una situación novedosa, sino que viene siguiendo una metodología habitual a lo largo de los últimos años en la ciudad y en otros puntos del país, recalcando la dificultad con la que cuentan para proceder a la detención de dichas organizaciones criminales. Ante esta situación, las últimas víctimas del barrio de Palomarejos se han puesto en contacto con Inés Cañizares, vicealcaldesa y concejala de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Toledo, para ponerle en conocimiento esta problemática y transmitirle la inseguridad que actualmente están viviendo.