Unos muestran su amor por el país asiático y otros han entendido que allí está el futuro. Unas 250 personas estudian cada año en Toledo la lengua y la cultura chinas en el Instituto Confucio de la UCLM. Son personas como Lucía, Adela, Beatriz y Vindio, que han demostrado sus conocimientos en los concursos nacionales e internacionales de Puente a China, que incluso ha llevado a las dos primeras a estudiar en el país asiático.
Fue en mayo de 2017 cuando se fundó el Instituto Confucio en la región, con la sede establecida desde entonces en el Campus de Toledo, aunque también con aulas en Ciudad Real, Albacete y Talavera de la Reina. Desde entonces su objetivo está siendo la formación y en la lengua y la cultura chinas, como explica su director, Jaime Moraleda. Ahora su intención es llegar a la formación Primaria y Secundaria y que los jóvenes aprendan las posibilidades que tiene este idioma, que se imparte de forma académica en Toledo desde la UCLM al margen, eso sí, de la formación universitaria.
En solo siete años, ya están llegando los primeros logros por parte de sus estudiantes. Lucía García Díaz consiguió en 2021 el primer premio internacional del concurso Puente a China en categoría de Secundaria, patrocinado por la embajada de la República Popular China, que valora no solo la calidad del idioma, sino también el conocimiento de la cultura. Por primera vez, un Confucio español llegaba al primer puesto del concurso internacional. La cosa no quedó ahí. Al año siguiente, la estudiante Adela Calatayud, de Ciudad Real, alcanzó el segundo puesto internacional en categoría Universitaria.
Toledo ya utiliza su Puente a ChinaEstos galardones han permitido a las dos jóvenes continuar sus estudios en China. En el caso de Lucía García, el premio supone el pago completo de sus estudios durante cuatro años y tras un año más de preparación, va a cursar el próximo curso su carrera en China. Lucía ya está cursando allí Estudios Internacionales con una importante beca.
Premios nacionales. Este año, el Confucio toledano se ha llevado nada menos que dos premios. Beatriz Carmona ha alcanzado el tercer premio universitario en la categoría nacional, en el que participan los nueve institutos Confucio de España y las aulas Confucio de Andalucía. Y el último y prometedor premio lo ha alcanzado el joven toledano Vindio Villa Tejado, de la Categoría de Primaria.
Moraleda destaca estos terceros puestos «muy dignos» dada la gran competencia que existe. Un caso significativo es el de Vindio, alumnos del Casco histórico de once años, que ya lleva sus estudios adelantados respecto a su edad. Solo lleva año y medio estudiando chino en el Instituto Confucio. El nivel que ha alcanzado hace que vaya ya tan solo con niños nativos, dado que aprendió más rápido de lo normal. Se trata de un estudiante de altas capacidades, que ha encontrado un reto en estudiar chino, lo que le lleva a prestar mucha atención.
¿Por qué empezó a estudiar chino? Porque él mismo se lo pidió a sus padres. Siempre fue muy curioso y desde muy pequeño le han llamado la atención la cultura y el idioma, hasta que se pudo apuntar al Confucio. Este año, Vindio fue el único participante de Primaria de la región en el Puente a China y pudo dejar el listón muy alto en Granada. Acompañado de su profesora y los directores del Confucio, hizo un discurso y tocó una melodía con un instrumento tradicional chino, lo que le llevó a este galardón tras poco tiempo de estudio.
Los premios internacionales de 2021 y 2022 y los dos nacionales de este año, apunta Moraleda, «lo que demuestra es que los estudiantes adquieren un nivel en lengua y cultura china y un compromiso muy muy destacado».
El objetivo del Confucio a partir de ahora, apunta su director, es llegar al máximo de la sociedad, mantener sus cursos en el contexto universitario e intentar acercarse a los centros públicos y privados educativos de la región, para dar la oportunidad a los estudiantes que quieran de aprender «un idioma que por ahora no está implantado el currículo público, pero que creemos que puede ser muy importante para un futuro cercano. De ahí el compromiso de la Universidad de Castilla-La Mancha».