Una hortaliza única

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La de Almagro es, al mismo tiempo, la única berenjena y el único encurtido que cuentan con una IGP en toda la Unión Europea. Además está amparada por la marca Campo y Alma

Una hortaliza única

La variedad de productos protegidos con figuras de calidad en Castilla-La Mancha es muy amplia. Denominaciones de origen e indicaciones geográficas amparan a un gran abanico de alimentos. Muchos de ellos son frescos, como el cordero manchego, el ajo de Las Pedroñeras, la cebolla y el melón de La Mancha o la nuez de Nerpio. Pero hay otros que precisan de una elaboración previa antes de comercializarse. Las diferentes denominaciones de vino o el queso manchego son seguramente los que primero vienen a la cabeza, aunque no son los únicos. En la comunidad se elabora uno de los encurtidos más sabrosos y singulares de toda España: las berenjenas de Almagro.

Además de una calidad inigualable, este aperitivo ofrece al consumidor una gran exclusividad, dada la limitada zona de cultivo de su ingrediente principal. Y es que se trata de una variedad de berenjena única en el mundo, adaptada perfectamente al clima y al suelo de su área de producción y que ha sido seleccionada con mano hábil durante siglos por los agricultores.

El origen de esta hortaliza se encuentra en el estado indio de Assam, desde donde fue introducida en Oriente Medio y posteriormente en España de la mano de los árabes. En Almagro (Ciudad Real), los sarracenos no sólo dejaron el fruto, sino la propia forma de conservación que ha llegado hasta nuestros días. De hecho, existen refranes populares del siglo XVII en los que se menciona la abundancia de berenjenas en esta ciudad («En Almagro, berenjenas a carros»).

Una hortaliza únicaUna hortaliza única - Foto: RUEDA VILLAVERDEProtegida por la Indicación Geográfica Protegida Berenjena de Almagro y amparada por la marca Campo y Alma (campoyalma.com), esta planta pertenece a la especie Solanum melongena, variedad depressum, subespecie sculentum; estos datos son importantes porque ningún otro tipo de fruto puede estar amparado por esta IGP. Y eso es porque esta variedad, de pequeño tamaño, es autóctona y endémica de la comarca del Campo de Calatrava (Ciudad Real).

El nombre oficial de la variedad es Dealmagro y está certificada mediante la Norma UNE EN ISO-IEC 17065 (2012) y descrita científicamente e inscrita en los Registros de la Oficina Española de Variedades Vegetales. Su propietaria es la Asociación para la Promoción de la IGP Berenjena de Almagro y es la única variedad de berenjena reconocida con un Sello de Calidad Europeo por sus especiales características morfológicas y sus valores nutricionales, sin igual en ninguna parte del globo.

La singularidad de esta hortaliza como variedad única en el mundo la convierte en una joya a proteger por sus características sensoriales y nutricionales específicas. Se trata de una berenjena con unas características de dureza, textura, color, sabor y valores nutricionales propios a las que se le une que solo son cultivadas en una pequeña área del Campo de Calatrava, en la provincia de Ciudad Real.

Una hortaliza únicaUna hortaliza única - Foto: Rueda VillaverdeEl origen de estas características radica en la propia particularidad de los campos de la zona -terrenos arcillosos y volcánicos muy ricos en óxido de hierro, con presencia abundante de cantos de cuarcita armoricana-. El clima continental, de marcado carácter mediterráneo y con tendencia al semi-árido, con inviernos muy fríos y veranos extremadamente cálidos, modifica y acentúa las propiedades esenciales de este producto, de forma que se generan frutos con elevadas resistencias a factores medioambientales y muy ricos en sustancias beneficiosas para el organismo humano, destacando entre todas ellas los antioxidantes (polifenoles). Otras variedades de berenjena, parecidas a la de Almagro, carecen de sus cualidades sensoriales (olor, sabor, color) y sobre todo de sus características naturales y nutricionales, siendo en este aspecto muy inferiores.

La importancia del sello.

En la actualidad los conservadores de la variedad son los agricultores inscritos en los Registros de la Asociación para la Promoción de la IGP Berenjena de Almagro, que extraen la semilla necesaria para las plantaciones sucesivas, proceso que llevan haciendo de generación en generación desde hace siglos. La zona delimitada de la IGP corresponde geográficamente a la comarca de Campo de Calatrava, que está en el centro de la provincia de Ciudad Real, una zona que se caracteriza por un relieve llano, propio de La Mancha, a una altitud media de unos 680 metros sobre el nivel del mar que solo rompe su uniformidad debido a numerosas elevaciones que pueden alcanzar hasta los 1.200 metros de altitud, siendo muchas ellas de origen volcánico.

Desde la IGP hacen hincapié en que las berenjenas comercializadas como berenjenas de Almagro que no se corresponden con las variedades conservadas por los agricultores inscritos no son Berenjenas de Almagro amparadas por la IGP, pues provienen de un tráfico de semillas hibridadas y no controladas que carecen de las propiedades naturales de la genuina. Estas berenjenas provenientes de semillas no certificadas pueden ser fruto de cruzamientos industriales que alteran todas sus características tradicionales, tanto de sabor como nutricionales. Por ello es muy importante que el consumidor se fije bien a la hora de adquirirlas, ya que de ese modo estará apoyando a los agricultores que llevan siglos conservando esta variedad y ayudando a que no se pierda.

Es imprescindible que en el envase aparezca el sello de la IGP, que garantiza al consumidor que los frutos que está degustando son auténticas Berenjenas de Almagro. Este sello es concedido por el órgano de gestión de la IGP solo a las empresas elaboradoras de berenjena que han superado un exhaustivo control de calidad de manera que pueden garantizar varias cosas: que la variedad es Dealmagro; que han sido recolectadas y elaboradas por agricultores y fabricantes de los términos municipales de Almagro, Aldea del Rey, Bolaños de Calatrava, Calzada de Calatrava, Granátula de Calatrava, Valenzuela de Calatrava y Viso del Marqués -todos ellos en la provincia de Ciudad Real-; que la semilla ha sido preservada de generación en generación por familias de agricultores del Campo de Calatrava; y que el sistema de elaboración se corresponde con el sistema tradicional heredado de sus antepasados.

Las berenjenas son recogidas en su punto óptimo de maduración en los campos de los municipios mencionados. La producción, como consecuencia de la limitación geográfica, es relativamente reducida. De hecho, en 2020 la superficie cultivada fue de 40 hectáreas, siendo la producción amparada bajo la IGP de 1.600 toneladas. Para su conservación, la elaboración es similar a la de un encurtido tradicional. Una vez cocidas y fermentadas, se aliñan con vinagre, ajo, aceite vegetal, pimentón, cominos y sal, dándole así un sabor y un aroma únicos.

La calidad del fruto y el buen hacer de quienes las elaboran han conseguido que la Berenjena de Almagro sea el único encurtido que goza de una Indicación Geográfica Protegida en toda la Unión Europea, una figura que sirve para proteger y preservar su especificidad y la calidad de sus producciones. Además, y afortunadamente, siendo una variedad vegetal única, las leyes autonómicas, nacionales y europeas fomentan, mediante un específico programa de ayuda a los agricultores, que este producto tan singular no desaparezca del territorio castellanomanchego.

Desde la IGP saben que las berenjenas de Almagro son un tesoro que hay que conservar, por lo que para perpetuar la existencia de esta joya agroalimentaria es fundamental aplicar políticas de preservación del medio ambiente y de respeto por la naturaleza. En esa línea, llevan a cabo una agricultura sostenible minimizando el uso de pesticidas y reduciendo su impacto sobre la naturaleza. Además están comprometidos especialmente en el uso eficiente del agua, la energía, los ingredientes de la receta y los materiales de envase y embalaje.

También colaboran con el ámbito científico y universitario para generar la innovación que les permita avanzar en su apuesta por elaborar productos sabrosos, saludables y sostenibles. Y, por último, fomentan un estilo de vida sano a través de la comunicación, del consumo de sus productos y de un firme compromiso con el deporte a través de patrocinios en distintas modalidades.