A velocidad, pero aún queda camino en la atención social. Quizá sea el resumen más acertado de la mesa redonda que Marsodeto celebró esta mañana en la Delegación de Bienestar Social con motivo del 25 aniversario del Pleno de Discapacidad en las Cortes regionales, un hito que dio voz y visibilidad a los colectivos que se esfuerzan y trabajan día a día para mejorar en integración, en distintas iniciativas y en las reivindicaciones que plantean para ir hacia adelante en el marco legislativo.
Marsodeto invitó a reflexionar con una mesa de debate titulada 'Evaluando logros, proyectando el futuro', y recordar los aciertos de la región en el ámbito social en los últimos 25 años y los retos que se plantean a futuro de la mano de la expresidenta de las Cortes de Castilla-La Mancha, María Blázquez, el exconsejero de Sanidad yBienestar Social, Fernando Lamata, y las maestras fundadoras de Marsodeto, Pilar Guío e Inmaculada Aparicio.
«Todo se decide a través de la política», explicó Blázquez poco antes de repasar cómo funcionaban las administraciones a principios de los años 80. «Las instituciones tienen que tener la capacidad de cercanía para abrir sus puertas y que las asociaciones puedan acercarse». Si bien, sostuvo la importancia «de no meter en el mismo saco a todo el mundo» en el ámbito político y de reflexionar sobre los avances en el terreno social y en el educativo a pesar «de que haya gente que no lo aprecie».
La entrada de Marsodeto en las Cortes regionales en 1999 guarda una relación directa con Blázquez, puesto que fue ella, ya como expresidenta del parlamento autonómico, la que impulsó la participación y el acercamiento de los colectivos a la institución a los pocos meses de dejar el cargo y asumir otro de carácter más social siendo madrina de Marsodeto, a través de un pleno, un acto muy significativo y cargado de visibilidad.
Blázquez repasó algunos logros en el ámbito legislativo, como la Ley de Integración Social de Minusválidos de 1982, una normativa que en aquellos momentos contribuyó a un cambio de mentalidad en relación a la integración laboral de personas con discapacidad. En este caso, la expresidenta de las Cortes regionales también aludió al avance en el lenguaje en los últimos años, un paso más de integración social.
España fue progresando en el ámbito de la discapacidad intentando abrir el mercado laboral, aunque todavía hoy los colectivos piden más iniciativas a las administraciones para que las personas con discapacidad tengan una mayor y mejor inserción laboral.
«Hasta anteayer era impensable que las personas con discapacidad trabajaran», apuntó Blázquez, consciente de los resultados a nivel político gracias al esfuerzo de los distintos colectivos. Si bien, la expresidenta de las Cortes regionales tiene claro «que hay que seguir trabajando» y asumiendo retos en pro de la inclusión.
Experiencia. Fernando Lamata también conoce bien y de cerca distintos avances en el ámbito social en Castilla-La Mancha. «Participé unos años en este cambio», señaló poco después de aludir a su forma de hacer política. «Soy una esponja, sé escuchar bastante bien, presto atención y trato de rebotar».
Lamata echó la vista atrás y se remontó a la primera ley de Servicios Sociales de la región, firmada en 1986, una normativa base que ayudó a visibilizar la discapacidad y a promover la inserción social. El exconsejero, presidente de honor de la Asociación Acceso Justo al Medicamento, repasó también la primera década de los 2000, unos años «de bonanza económica» que pusieron el acento en Servicios Sociales por encima incluso de la Sanidad. Un papel que se invirtió tras esa primera gran crisis económica que costó superar para volver a la inversión.