Una ruta gastronómica hacia un futuro sostenible

Galán
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Diversos integrantes de la sociedad toledana se unieron ayer para rescatar los alimentos autóctonos de la ciudad e integrarlos en un nuevo modelo urbano. Una iniciativa que nace del arquitecto Jorge López y que reunió cultura, historia y gastronomía

La ruta comenzó en el Cigarral del Ángel y finalizó con una cena en San Lucas y María. - Foto: David Pérez

Un nuevo proyecto se está cociendo a fuego lento en Toledo. Gracias a Jorge López, artífice de la exposición 'Toledo, la Ciudad del Futuro: de la Huerta a la Mesa' que desde septiembre se puede disfrutar en la Cámara Bufa, próximamente los toledanos podrán vivir una nueva ruta por sus calles. Los rincones patrimoniales que habitualmente enseñan desde pinturas, elementos musicales y hasta terroríficos, también podrán guiarse por olores y sabores. 

El arquitecto y comisario de la exposición mencionada reunió ayer en una pequeña comitiva a los integrantes que sustentan el Consorcio de Toledo, al historiador Felipe Vidales y al chef Iván Cerdeño para iniciar este proyecto. Un cocktail que permitió llevar a cabo una ruta por la ciudad para tratar de explicar dos «viajes»: el de la huerta a la mesa con los ingredientes de antaño, y el del pasado al futuro, en este caso, tratando de replicar los oficios de siglos pasados en los que una agricultura ecológica suministraba alimentos a los mercados urbanos con el concepto actual, algo así como recuperar comercios perdidos entre los rincones del Casco Histórico toledano.

Una iniciativa que pretende responder a las premisas de la Unión Europea sobre un consumo saludable y ciudades sostenibles, así como a los retos del Consorcio para apostar por la cultura local, también en lo que a gastronomía se refiere.

La ruta comenzó en el Cigarral del Ángel y finalizó con una cena en San Lucas y María.La ruta comenzó en el Cigarral del Ángel y finalizó con una cena en San Lucas y María. - Foto: David PérezPor ello, para tratar de poner blanco sobre negro, Jorge López organizó ayer una ruta que comenzó en el Cigarral del Ángel. «Desde aquí se puede entender el origen de la ciudad, ya que desde que tenemos agricultura tenemos ciudad, con sus diferentes pirámides y escalas sociales», afirmó el arquitecto para explicar el funcionamiento de esos espacios como huertas en los siglos pasados.

Después de ese inicio marcado por el atardecer junto al río Tajo, el historiador Felipe Vidales cogió la batuta de la ruta para guiar a los presentes entre la historia de la ciudad y su gastronomía. Teniendo que hacer una selección exhaustiva de las ubicaciones llevó a la expedición a puntos estratégicos como la calle de las Pescaderías o la plaza de la Bellota, no sin parar antes en la Ermita del Santo Ángel Custodio.

El plato final -nunca mejor dicho- se sirvió en San Lucas y María con un menú elaborado por Iván Cerdeño y que estuvo compuesto por alimentos vinculados a la tierra. «Sacamos lo mejor de las riberas del Tajo, de los Montes de Toledo y de otros alimentos que en su día teníamos a mano y ahora no están tan cerca», culminó el chef.

El objetivo del Consorcio es replicar esta iniciativa en el futuro para la ciudadanía y de la mano de la Escuela de Hostelería.