Las buenas propuestas suelen acompañarse del efecto imitación en la esfera de la administración. Eso mismo es lo que está ocurriendo en el Ayuntamiento de Toledo a raíz de la iniciativa del de Albacete de modificar una ordenanza municipal, concretamente la que regula los espacios públicos, para ir más allá y evitar la explotación sexual, una medida que va en consonancia con las políticas adoptadas en los países nórdicos, que garantizan que la mujer es víctima y los proxenetas y clientes los responsables y podrán ser sancionados.
El Ayuntamiento de Albacete ha estrenado el año sacando a consulta pública esta modificación para darla a conocer a la ciudadanía y el equipo de Gobierno municipal no ha pasado por alto esta oportunidad. A pesar de que la idea aún está sin madurar, el Consejo Local de la Mujer ya ha debatido sobre este tema y la Concejalía de Servicios Sociales ya se ha puesto en contacto con la de Movilidad y Seguridad Ciudadana. Así lo comentó la concejala Ana Abellán durante la reciente comparencia informativa a los grupos de los presupuestos municipales, justo cuando aparecía en la sala de comisiones el concejal Juan José Pérez del Pino.
De momento, ninguno de los dos puede avanzar mucho más porque únicamente las concejalías han decidido dar el paso y se han puesto en contacto, pero será necesario celebrar reuniones, contar el asesoramiento de los técnicos, rastrear iniciativas de otros ayuntamientos y analizar todas las posibilidades para tener claro si se pueden aplicar medidas de protección, con lo que no se multará el ofrecimiento de servicios sexuales, pero sí se sancionarán las negociaciones y la aceptación por parte de los usuarios y consumidores.
En el caso de Albacete, el Ayuntamiento ya consiguió hace tiempo erradicar la prostitución en la calle, pero consideraba que se podía hacer más y el cambio en la ordenanza va orientado a acabar con la explotación sexual ligada a la prostitución. En principio, tiene previsto ponerla en marcha en este primer trimestre. Una vez que se recaben alegaciones, la tramitación seguirá su curso hasta la aprobación de los cambios en el Pleno municipal.
En principio, si el equipo de Gobierno municipal de Toledo continúa trabajando en esta línea, lo más probable es que la vía más acertada para evitar la explotación sexual sea a través de una nueva ordenanza, puesto que carece del reglamento específico del que sí dispone Albacete para regular el espacio público a pesar de que en la ordenanza antibotellón también incluya el apartado fomento de la convivencia.
Un tema de hace años. No es la primera vez que en Toledo se debate sobre este tema. Sin ir más lejos, en el año 2012 el equipo de Gobierno de García-Page no se planteó crear una ordenanza para prohibir la prostitución en la calle porque consideraba que se trataba de un problema puntual en la ciudad y a pesar de que otras capitales de provincia de la región sí se lanzaron a poner medidas, el Ayuntamiento lo descartó y dejó abierta la puerta por si en un futuro fuera necesaria.
Sin embargo, el tema volvió a las dependencias municipales hace dos años. El Consejo Local de la Mujer presentó una moción al Pleno, e IU otra muy similar, para que el Ayuntamiento se comprometiese a sancionar la publicidad relacionada con la explotación sexual y vigilara que no hubiera prostitución en locales que cuentan con licencia municipal.
La propuesta, que salió adelante con un amplio respaldo político, también se acompañaba de campañas informativas y de sensibilización, acción de los Servicios Sociales, control policial y mejoras en el mercado laboral, todo ello con el objetivo de que Toledo pudiera adherirse a la Red Libre de Tratas, como un municipio sin tráfico de mujeres y niños.
Ese mismo año, Izquierda Unida-Podemos también propuso que el Ayuntamiento ayude a las mujeres que sufren violencia sexual destinando el 1% del presupuesto municipal que se aprobó para políticas de igualdad. Además, Olga Ávalos solicitó en estas fechas que la administración municipal actúe y cierre cualquier piso, local, chalé o inmueble en el que se ejerza la prostitución porque se trata «de una forma de explotación que debe ser abolida». La formación registró su petición por escrito en el Ayuntamiento, pero a pesar de la iniciativa y de la insistencia, no se pusieron en marcha las medidas para acabar con la problemática.