Nuevo paso para tirar las muletas

J. Monroy
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Científicos de Parapléjicos ven con optimismo la nueva terapia de investigadores suizos, que incrementa las opciones de rehabilitación en personas con una lesión medular incompleta

Nuevo paso para tirar las muletas - Foto: Óscar Solorzano

Los tratamientos que se dan en estos momentos en hospitales como el Nacional de Parapléjicos de Toledo permiten que una persona con una lesión medular incompleta, que entra en silla de rueda, salga con muletas o un andador. Un trabajo desarrollado en la ciudad suiza de Lausana, que había dado buenos resultados con roedores, ha permitido que dos personas con este tipo de lesión mejoren notablemente su movilidad, hasta llegar a andar solos, merced a la estimulación cerebral profunda.

Según un estudio publicado en Nature Medicine, que recoge en España Science Media Centre, la estimulación cerebral profunda del hipotálamo lateral mejora la marcha y favorece la recuperación en humanos y roedores con lesión medular. El avance ha partido desde la investigación con modelos animales buscando nuevas dianas terapéuticas. El siguiente paso ha sido con humanos. Los investigadores han conseguido que dos pacientes que dependían de dispositivos de asistencia y tenían problemas para andar mostraran mejoras en el rendimiento en las pruebas de diez metros y seis minutos caminando. En combinación con la rehabilitación, los pacientes experimentaron una recuperación que duró incluso cuando se desconectó la estimulación cerebral profunda.

Juan Aguilar, del Grupo de Neurofisiología Experimental, en la Unidad de Investigación del hospital Nacional de Parapléjicos da credibilidad a este trabajo del equipo de investigación liderado por Gregoire Courtine y Jocelyne Bloch y entiende que, si todo va bien, tras un ensayo clínico de entre uno y tres años, en cinco se podría establecer el tratamiento a nivel global.

Esta nueva terapia que combina rehabilitación clásica con la estimulación, apunta Aguilar, fortalece las conexiones neuronales, con lo que la persona tiene mayor capacidad de controlar los músculos con las mismas fibras sanas que tenía, que ahora son más seguras. A partir de ahí, las mismas fibras hace ramificaciones en la médula espinal y se unen con neuronas que se habían quedado desconectadas por el daño. De esta forma, las personas en las que se ha experimentado «tiene menos fatiga y pueden andar más tiempo sin las ayudas, no es que puedan andar normal, sino que mejoran mucho su eficiencia y calidad de vida».

Explica Aguilar que Courtine ya había logrado que algunos parapléjicos recuperaran la marcha con un estimulador eléctrico epidural en la médula. Pero esas personas dependen del estimulador, faltaba la conexión con el cerebro. Ahora al estimular el hipotálamo lateral se han reforzado las fibras, como se ha experimentado en roedores y estos dos pacientes. En realidad, recuerda el investigador, la estimulador lateral profunda ya se hace, «pero se hiciera en la formación reticular, que es el núcleo importante para el movimiento, sería muy dañina, porque hay que pasar por otros sitios del cerebro y se va haciendo daño». Pero la estimulación en el hipotálamo lateral «es fácil de acceso y es seguro».

Sigue el trabajo. Sin embargo, recuerda el investigador de Parapléjicos, todavía se hace necesario un ensayo clínico, «para ver si en realidad la estimulación lateral profunda y la estimulación son suficientemente beneficiosas y no producen efectos adversos». No en vano, este hipotálamo lateral es una región compleja, donde llega información de muchos sistemas del cuerpo y da respuestas a las necesidades, no solo el movimiento. Sería un riesgo si la estimulación pone en riesgo otras funciones. Este ensayo clínico deberá demostrar que no hay aspectos adversos del tratamiento, o que son menores, y después que la terapia supone una mejora suficiente como para abrirla a todas las personas que lo necesitan.

Eso sí, apunta Aguilar, en el caso de funcionar este tratamiento no serviría para todos los lesionados, sino solo para algunas personas con una lesión medular incompleta, cuya rehabilitación pueda promover el fortalecimiento de la médula preservada. En Parapléjicos, como en otros centros, los distintos grupos de investigación continúan con sus ensayos clínicos con otras terapias a la espera de que se validen los experimentos de Suiza, con los que incluso algún día podrán colaborar si desde allí lo piden. «Cada terapia tiene su diana», recuerda Aguilar, de ahí la necesidad de seguir investigando, «no va a haber una solución única».