La Audiencia Provincial de Toledo albergará mañana un juicio contra un acusado de tráfico de drogas en Talavera, en pleno estado de alarma por la pandemia de la covid-19, para el que el fiscal pide una pena de seis años de cárcel y una multa de casi 9.700 euros.
Según el escrito de acusación del fiscal, consultado por EFE, los hechos se remiten al año 2020 cuando, después de decretarse el estado de alarma, la Comisaría de Talavera de la Reina recibió una llamada anónima para informar sobre la posible existencia de un punto de venta de sustancias estupefacientes.
La Policía comenzó las investigaciones para verificar dicha información y se centró en el morador de la vivienda que servía de punto de venta de drogas, que es el acusado y tiene antecedentes penales computables a efectos de reincidencia, además de ser un conocido delincuente detenido con anterioridad por delitos relacionados con el tráfico de sustancias estupefacientes.
Los agentes montaron servicios de vigilancia en este punto y pudieron constatar que el acusado también residía en el domicilio de su pareja sentimental.
En concreto, el 6 de abril de 2020, sobre las 11 de la mañana, vieron llegar a una de las casas a un conductor para adquirir cocaína, lo que comprobaron después cuando fue interceptado con un envoltorio de plástico de color blanco que contenía la droga.
La misma situación se produjo en días posteriores de este mismo mes y, una vez reunidas las pruebas necesarias para acreditar que el acusado se dedicaba a traficar con sustancias estupefacientes, la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría de Talavera solicitó autorización para la entrada y registro de las dos viviendas, la del acusado y la de su novia.
Los registros se llevaron a cabo el día 25 de abril de 2020 y la Policía procedió a la detención del acusado, a la vez que le intervino en ese momento dos teléfonos móviles y dos juegos de llaves de los dos domicilios, así como 60 euros.
Dentro de los inmuebles fueron hallados una bolsa con marihuana, una báscula de precisión con restos de cocaína, una bolsa de cocaína y dos envoltorios de plásticos por un lado; y, por otro, 2.200 euros en el interior de una caja , 5.000 euros ocultos dentro de unos cojines y 164 euros en monedas , así como un envoltorio de plástico con cocaína, otra báscula, medicamentos, una botella de disolvente y varios envoltorios más.
Estos elementos hicieron pensar a los agentes que el acusado se estaba dedicando a 'cocinar' la cocaína en roca para preparar las papelinas y destinarlas a su ilícita distribución.
El valor total de la droga intervenida en el mercado ilícito habría alcanzado la suma de 3.230 euros.