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La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Toledo, Claudia Alonso, ha vivido en sus propias carnes la falta de previsión con las obras por parte del Ayuntamiento y su dejación en el Miradero. Durante el tiempo en el que los autobuses han estado saliendo de Gerardo Lobo, bajó con su niña pequeña al martes. Suerte que le acompañaba su madre, porque al regresar se dio cuenta de que las escaleras mecánicas no tenían acceso para carros. También, denuncia, ha habido problemas con discapacitados que viajan en silla de ruedas, al que tuvieron que subir en brazos.
Estas situaciones llevan a Alonso a pedir al Ayuntamiento que cuando haga una obra «tenga en cuenta los daños colaterales», y también piense en las personas con movilidad reducida o con un carro de niño.
A partir de ahí, Alonso critica el estado general del Miradero, que a su juicio «está como el resto de la ciudad, absolutamente abandonado». Se lamenta que el Ayuntamiento no cuide de su patrimonio, no sólo de los monumentos, sino también de las calles e infraestructuras, sucias y abandonadas.
La portavoz ‘popular’ explica que esta no es sólo una queja de los concejales, sino que vienen de la oficina de atención al ciudadano. «Diariamente, la queja es la misma, que la ciudad está muy sucia y abandonada», advierte. Ante lo que el Ayuntamiento responde con la callada por respuesta, «porque el alcalde ha decidido hace mucho tiempo abandonar la ciudad». Alonso también critica que el concejal responsable de estas cuestiones esté pendiente «porque el estado de dejación de la ciudad está causando ya problemas».