Una vecina de Tembleque conversaba por teléfono con el tema del día en el municipio manchego. «Usted no sabe lo que hay ahora mismo», decía a la interlocutora ante el revuelo que genera la visita del presidente de la Junta, Emiliano García-Page, a un municipio. El político acababa de pisar la Plaza Mayor, que dio por inaugurada minutos después. Más tarde, se comprometió en el Ayuntamiento a efectuar «una iluminación artística de bandera», Bien de Interés Cultural y declarada monumento en España en 1973.
«Igual que me comprometí a echar una mano en la restauración de esta plaza, me quiero comprometer a que en los próximos años si se puede, o en la próxima legislatura, haremos una iluminación artística de bandera, primero porque lo reclama el momento, segundo porque es bueno y tercero porque la recuperación patrimonial es invertir en nuestro turismo», destacó el presidente regional, quien incidió en que las inversiones en patrimonio repercuten directamente en la economía.
«Es una remodelación para muchísimo tiempo. Es una obra que va a perdurar», resaltó por la valía de la rehabilitación. La pavimentación terminó hacia el mes de mayo de 2020; precisamente, esta decisión sobre el suelo fue el elemento polémico en el municipio manchego. Así, explicó que «detrás de esta plaza recuperada hay negocios, lo saben muy bien en la Escuela de Hostelería, lo saben los bares, lo saben las tiendas» y añadió que detrás del patrimonio «hay mucho empleo».
La remodelación de esta plaza era «objetivamente necesaria» y «no haberla llevado a cabo hubiese sido un desastre», manifestó antes de resaltó el trabajo desempeñado por la empresa García Lozoya.
«La Plaza Mayor de Tembleque no es la seña de identidad de los temblequeños o de la provincia, yo diría que es una seña de identidad, que es patrimonio de toda la Comunidad Autónoma y de toda España», presumía García-Page, quien firmó también en el libro de visitas de la oficina de turismo del Ayuntamiento.
El grueso del presupuesto de 900.000 euros entre las tres partes de las obras evidencian lo costoso del parto de la remodelación de este conjunto señero del barroco del siglo XVII. La tercera y última fase, la más importante, supuso una inversión de 600.000 euros, de los cuales 490.000 euros proceden del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). «Es la restauración íntegra de la plaza pensando más en el turismo, como centro turístico de La Mancha», detallaba hace un año a este diario el alcalde de este municipio de 2.000 empadronados, Jesús Fernández.
«Una de la plazas más pintorescas y reconocibles, emblema del barroco popular del siglo XVII. Diseñada para cumplir una doble función, la puramente urbanística como centro de la vida de la población y la de plaza de toros. Una de sus tres puertas era, además de acceso, callejón de toriles. En 1624 se celebran los festejos taurinos a los que asisten Felipe IV y Quevedo, momento en que muchos historiadores consideran que se inauguró la Plaza Mayor tal y como la conocemos hoy en día», explica sobre la plaza la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en su página de turismo.
«En Tembleque, empecé mi proyecto político», recordaba García-Page sobre su apuesta por gobernar Castilla-La Mancha. «Hay que acabar lo que se empieza», aconsejó el presidente de la Junta, que prometió la iluminación artística del cogollo de esta localidad manchega.