Que haga calor no será una novedad. Los participantes en la Toledo-Polígono ya saben de antemano que su mayor característica son las altas temperaturas. Para la cuadragésima quinta edición, que se celebra este viernes a partir de las 21:00 horas, se esperan unos 35 grados centígrados, pero mucha humedad, por culpa de las fuertes tormentas del pasado miércoles.
Así lo reconoció su promotor, Jesús Alhambra, que presentó la prueba en el Ayuntamiento de la capital junto con el nuevo concejal de Deportes, Rubén Lozano. Serán cerca de 300 corredores, si es que finalmente no se supera esa cifra, pues todavía quedan algunos dorsales disponibles, los que tomen la salida desde la Puerta de Bisagra para recorrer los 9.043 metros del trazado.
Se ha tenido que modificar para esta edición al no poder cortar al tráfico la avenida río Boladiez, por el Hospital Universitario. De esta manera, tras atravesar el barrio de Santa Bárbara, los atletas tomarán dirección al Polígono por el camino que discurre paralelo a la vía del tren, para luego entrar en la zona industrial por detrás del matadero y el mercado.
Se evita así la vistosa Fuente del Moro, aunque traerá otras vistas espectaculares, como la de los corredores atravesando la pasarela del Polígono para ir hacia la zona residencial. La meta estará instalada en la pista de atletismo, donde habrá barras para bebida, con el objetivo de continuar la fiesta una vez que concluya la prueba. Los corredores tienes la opción de usar servicio de guardarropa y de acudir en autobús desde el centro social del Polígono hasta la salida.
Su organizador reconoció que se trata ya de una fecha «muy mala» para los corredores, que van dando por terminada la temporada, y porque ya aprieta el calor. Se contará con asistencia médica y voluntarios de Protección Civil por todo el recorrido para que no surja ningún problema.
Y, por último, Alhambra anunció que ya está previsto un trazado menos duro para la próxima edición. De hecho, las lluvias caídas han complicado algún tramo, que se intentará mejorar antes de la celebración de la carrera.
Por su parte, Rubén Lozano, recordó que ya corrió esta prueba en 1999, y que volverá a hacerlo en esta edición número 45. Considera que sigue siendo «la carrera que cierra la temporada de pruebas en Toledo» y se refiere a ella como «la carrera del calor». Por lo demás, deseó que a sus organizadores que puedan llegar a las Bodas de Plata y que no faltará el apoyo del consistorio: «Es evidente el compromiso del Gobierno y del alcalde con el deporte de esta ciudad».