«Hemos escuchado las demandas de las organizaciones agrarias»

GUILLERMO GÜEMES
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Entrevista con el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural

«Hemos escuchado las demandas de las organizaciones agrarias» - Foto: Javier Pozo

Julián Martínez Lizán, consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, atiende a este medio de comunicación con un pie en Toledo y otro en Ámsterdam (Países Bajos). El titular de Agricultura ha estado junto a 17 cooperativas de vino a granel en la feria internacional 'World Bulk Wine Exhibition'. Ha presenciado de primera mano el interés que suscitan los vinos de la región, más allá de las grandes cifras que pueden llegar a un despacho. Los productos amparados bajo la marca 'Campo y Alma' también son muy buscados por los comprados, nacionales e internacionales, por su apuesta por la calidad. Martínez Lizán confiesa que «ojalá» los vinos con Denominación de Origen de la región pudisen venderse a granel, supondría un salto exponencial en el PIB que representan los productos del sector agroalimentario en la región.

¿Qué tal ha marchado la feria del vino a granel? ¿Sale reforzada Castilla-La Mancha del encuentro?

La verdad es que nos hemos encontrado una feria muy dinámica con buena asistencia de compradores. Con una expectativa de cerrar negocios, han habido contactos y se han llevado muestras. Ha sido una buena experiencia, una vez más. Con expectativas cumplidas para las cooperativas participantes.

¿Cómo está la situación de las exportaciones? ¿Qué previsión de cierre tiene el Gobierno regional?

Las exportaciones en su conjunto están teniendo una relevancia importante. Estamos incrementando sistemáticamente las exportaciones con respecto al año anterior. Se refrenda si lo miramos con perspectiva desde que Emiliano García-Page es presidente el volumen de exportaciones ha crecido de manera increíble.

En estos momentos sería un 55 por ciento lo que han subido desde 2015 hasta hoy. Ha incrementado también del 12 al 18 por ciento el PIB, en la producción agroalimentaria. Si lo ponemos en números, fueron 3.237 millones de euros los exportados por este sector. Al cierre de agosto teníamos un incremento con respecto al año anterior.

En estos últimos meses es verdad que no ha tenido el mismo ritmo, pero con la entrada de la nueva producción de vino se abre la expectativa de compra. Se ha reducido el ritmo, pero la inercia sigue manteniendo números positivos en todo momento en las exportaciones de la región.

¿Preocupan los aranceles que previsiblemente Donald Trump va a imponer a productos extranjeros?

Nos preocupa y no poco. Ya tenemos la experiencia del mandato anterior de Donald Trump y había cultivos que sufrieron un varapalo importante por la imposición de aranceles que perjudicaban ese tránsito comercial. Nos preocupan principalmente los sectores más dinámicos en el mercado de Estados Unidos: el queso, el aceite, el vino y las aceitunas negras, por ejemplo. Son los productos que más inercia tienen en este país y, lógicamente, un incremento con una puesta de aranceles pueden dificultar el tránsito comercial con ellos.

Venimos insistiendo que hay que aprovechar todos los canales que pone la administración a disposición de las cooperativas y empresas de la región para no quedarnos solo en los países que ya comercializamos sino abrirse a nuevas expectativas. El vino llega ya casi a 150 países del mundo. Por tanto, si una puerta se nos cierra tenemos que tener otras para abrir, en ese sentido tenemos que seguir trabajando. Preocupación por ese aviso que ha dado en este nuevo mandato.

¿Que nuevas puertas tiene en mente?

En países de Oriente Medio y Asia son los que más han manifestado una inquietud importante. En Asia se están empezando a hacer peticiones de vino blanco, curiosamente contrario a la tendencia general. En el contexto general nos quedamos con el detalle. Quienes más ha consumido de nuestros vinos son los países del entorno europeo, tanto Reino Unido como Alemania son quienes más nos han comprado producciones vitivinícolas importantes. Italia también por las bajas producciones que han tenido en años anteriores.

Lo tenemos cerca, sabemos como se trabaja mercantilmente con ellos. Seguimos fortaleciendo los lazos comerciales. Francia sigue siendo un comprador nuestro por las dificultades que tienen con sus vinos, esta campaña tienen un 18 por ciento menos de producción e Italia solo tiene 3 millones de hectolitros más que la campaña anterior, la menor cosecha de su historia.

En ese horizonte de pocas existencias en nuestra campaña lo compensamos con la baja producción a nivel europeo. En esta ocasión, esperamos tener una campaña normalizada, que la apuesta por la calidad excelente que tenemos sea un valor añadido y se venda más caro de lo que ya lo estamos haciendo.

Ya está anticipada el 70% de la PAC, pronto comenzará a llegar el dinero para las últimas líneas, ¿qué vías de mejora le ve a la política agraria?

Sobre todo el aspecto de los ecoregímenes y de la condicionalidad. Tenemos que seguir apostando por agricultura sostenible siempre que sea rentable para nuestros agricultores. En el diseño de la PAC Europa rige para todos los países de igual manera prácticamente.

Tenemos que implementar cuales son nuestras necesidades, sobre todo en las que infieren en el impacto climatológico, no es lo mismo la situación en España que en Rumanía. Hemos conseguido esa flexibilización, pero en próximas revisiones tenemos que seguir incidiendo.

La simplificación administrativa, un hecho importantísimo para las explotaciones de menos de 10.000 hectáreas que no han tenido que presentar datos administrativos. Estas explotaciones son la mayoría en Castilla-La Mancha por ese aspecto de economía familiar. Hay que seguir avanzando en modernizar nuestras explotaciones y rejuvenecer las plantillas, apoyando la demanda creciente de la agricultura ecológica.

Asaja ha anunciado movilizaciones por la situación que vive el campo, ¿cómo las valora? ¿Qué tiene en mente el Ejecutivo para ponerle freno?

En este caso no podemos ponerle freno, respetamos las inquietudes de Asaja. Son movilizaciones y están dentro de sus cometidos. Yo vengo de una etapa laboral de mi vida dentro de las organizaciones agrarias. Compartimos mucha de las reivindicaciones que plantean y que velan por el interés general de agricultores y ganaderos de la región.

También puedo decir con orgullo que tenemos un canal de interlocución constante y permanente con las asociaciones reconocidas y que escuchamos y atendemos a sus demandas. Hemos ido de la mano con sus peticiones trasladándoselas al ministerio y al Parlamento Europeo y vamos a seguir haciéndolo. Compartimos plenamente esa necesidad de incremento de apoyo a la agricultura ecológica, también a las clausulas espejo, flexibilización dos veces de la PAC con garantías jurídicas para que no tuvieran problemas. Todo ello son reivindicaciones de estas asociaciones. Seguro que no conseguimos el 100% de sus demandas, pero seguimos trabajando para lograr sus peticiones. Estas movilizaciones tienen un carácter más nacional y europeísta, tenemos que aceptar sus reclamaciones escucharlas y debatirlas.

Nuevos presupuestos, ¿qué ayudas al sector agroalimentario traerá este 2025?

Somos la tercera consejería con mayor disposición presupuestaria, pero con matices. La partida de la PAC es una de las más importantes, más de 800 millones de euros llegan a los agricultores. Tenemos claro que para 2025 queremos hacer una apuesta de modernización en todo el conjunto de las explotaciones, con 10 millones de euros. Habrán convocatorias de mejoras de explotaciones y regadíos. También para que puedan asumir el reto de la modernización de sus cultivos.

La mejora de regadíos para modernizar y transformar, contaremos con 36,3 millones de euros. Además de conjugar las vías de financiación de empresas, bodegas y cooperativas de la región con líneas de ayudas Focal y Vinati para empresas y cooperativas que se dedican al mundo del vino. Importancia le damos al aporte adicional de los seguros agrarios, un millón y medio más y supone disponer de 10,5 millones de euros para los seguros. Una de las líneas más directas para afrontar las dificultades climatológicas que cada vez son más.

Queremos apostar por el conocimiento y la innovación con 7,5 millones para conseguir mayor valor añadido en nuestras rentas y ahorrar costes de producción. Hacer un plan de capacitación digital de casi 2 millones de euros y afrontar este reto. Utilizar todos los centros de investigación del Iriaf para aplicar nuevos conceptos de beneficio para las labores del sector. También la apuesta para la sanidad animal y controlar y erradicar cualquier foco que pueda afectar al desarrollo de la actividad con un total de 6,4 millones de euros.

Los presupuestos han aumentado en un 150% la partida de ayudas a las enfermedades ganaderas, ¿a qué se debe?

Hay varios contextos, aumenta mucho en un volumen pequeño de dinero. En este caso, lo que tenemos claro es que hay que hacer vigilancia, control y erradicación de enfermedades. Hemos vivido aparición de enfermedades que no conocíamos. Ahora tenemos la lengua azul que está rebitando tres serotipos diferentes en las explotaciones. Conlleva un coste importante de saneamientos y vacunas, pero también de indemnizaciones a los ganaderos afectados. Por una enfermedad, como ocurrió con la viruela, haya que hacer el sacrificio de explotaciones afectadas pues tiene que verse refrendado porque es una faena muy grande. No es que tengamos una base de que pueda haber un problema, tenemos que ser previsores para atender lo más rápido posible a los sectores afectados.