Más de un centenar de trabajadores y trabajadoras de la empresa Contratas Leza SL, que durante varios meses han montado las estructuras metálicas y las plantas solares del parque fotovoltaico Barcience de Iberdrola, en Bargas, siguen sin cobrar el trabajo que han realizado. La mayoría de estas personas tienen gravísimas dificultades incluso para dar de comer a sus familias.

En una nota de prensa, CCOO de Toledo ha instado a la empresa titular y promotora de la planta fotovoltaica, Iberdrola, y la adjudicataria de la obra, la UTE Abengoa-FCC, a solucionar de inmediato esta situación. 

CCOO tiene presentadas en los juzgados las correspondientes demandas de cantidad para reclamar esas deudas, «pero cuando se dicten sentencias habrá transcurrido más de un año; y las trabajadoras y los trabajadores necesitan el dinero ya», denuncia Federico Pérez, secretario de empleo de CCOO-Toledo.

«Los trabajadores han hecho su trabajo e Iberdrola lo rentabilizará con creces en cuanto ponga en marcha el PF Barcience. Por más que el ordenamiento jurídico de las cadenas de subcontratación exima de responsabilidad a la empresa principal, Iberdrola, y a la UTE constructora, integrada por Abengoa y FCC, esas compañías no pueden mirar para otro lado».

«Los directivos y accionistas de Iberdrola tienen que ser conscientes de que quienes construyen su nuevo parque fotovoltaico pasan hambre porque no cobran por su trabajo, del que Iberdrola espera obtener sustanciosos beneficios para seguir ganando valor y repartiendo dividendos», reclama Pérez.

«Bien es cierto que la legislación vigente permite a Iberdrola lavarse las manos respecto a las deudas salariales de sus subcontratas, como ya se las han lavado en mediación Abengoa y FCC. Pero la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán tiene a gala unos principios de responsabilidad social corporativa de los que le gusta presumir; y tiene dinero y asesores jurídicos de sobra para cumplir con esa responsabilidad social respecto a las más de cien familias que no tienen ni para comer por los impagos de la subcontrata Leza SL».

Efectivamente, la página web de Iberdrola destaca su «compromiso social» y asegura que «el grupo Iberdrola vela por una cadena de valor justa, transparente y ética».

«En Iberdrola -dice de sí misma la compañía- asumimos como una de las premisas básicas para el éxito de nuestro proyecto empresarial el desarrollo sostenible de las comunidades en las que operamos y el bienestar de las personas. Contribuimos a este fin mediante nuestra actividad empresarial y el ejercicio de nuestra responsabilidad social».

«Pues que lo cumpla», reclama María Jesús Fernández, secretaria general de CCOO-Industria de Toledo. «Aquí hay más de cien personas que han hecho su trabajo para Iberdrola y que lo están pasándolo muy mal, con problemas para comer, para comprar medicinas e incluso mascarillas, para vestir y calzar a sus hijos, para pagar la hipoteca o el alquiler, los recibos del agua y de la luz (el de la luz igual hasta se lo deben a la propia Iberdrola). Porque no han cobrado por su trabajo, que Iberdrola rentabilizará a tope en cuanto pongan en marcha su nuevo parque fotovoltaico».

«Iberdrola tiene dinero por decenas de miles de millones. Y tampoco le faltan abogados más que cualificados. Lo que tienen que hacer es encontrar la manera de conseguir que cada uno de los cien trabajadores del PF Barcience cobren de inmediato entre mil y dos euros: los salarios que les adeuda la empresa Contratas Leza SL», subraya Fernández.

El pasado otoño, cuando comenzaron las obras del PF Barcience, Contratas Leza SL enroló a estos trabajadores en diversos pueblos de la comarca. Les hizo contratos temporales, por obra y servicio, que, en principio, se prolongarían hasta enero, febrero o marzo de este año. Pero en diciembre ya dejó de pagar los salarios. Pasaron las navidades a dos velas. Y luego se añadió enero. Y parte de febrero. Y luego la empresa desapareció de Bargas dejando sin pagar esas nóminas, más vacaciones y finiquitos.

Tras no pocos intentos infructuosos, CCOO logró contactar en León con los propietarios de Leza, que prometieron varias veces que liquidarían las deudas con sus trabajadores toledanos. Pero jamás lo hicieron. Lo que sí hicieron fue vender la empresa. Desde el pasado 1 de marzo es propiedad del grupo zaragozano Nyesa, que adquirió el 50,01% del capital social, y de Soltium Fotovoltaica, que compró el otro 49,99%.

Antes de comprar, los nuevos dueños también se comprometieron con CCOO-Toledo a saldar las deudas salariales que arrastra Contratas Leza. Tampoco lo ha hecho. Al parecer, sí han pagado otras deudas salariales contraídas por Leza en Aragón y en Castilla y León. 

En esta última comunidad, a los nuevos propietarios de Contratas Leza le interesa especialmente tener un expediente limpio, porque le ha salido otra contrata en la comarca palentina de El Cerrato, donde Repsol Nuevas Energías promueve la construcción de parques eólicos que también requieren mano de obra subcontratada.

«Iberdrola, cuando me viene tu recibo, yo te pago. Encárgate de que yo cobre por el trabajo que he hecho para tí», reclama Victoriano, uno de los trabajadores afectados por los impagos de Leza.