«Nos han dado las navidades. Menudo regalo de Reyes que nos han dejado». Son las palabras de Pablo Muñoz, presidente de Asaja Membrilla, y uno de los más de doce regantes de la zona de Manzanares que en la madrugada del lunes al martes sufrieron el robo de los motores de riego. Muñoz, que cultiva ajo morado, cereal y guisantes, cuando llegó el martes por la mañana a su explotación se encontró con «varias pisadas y rodadas de coche», lo que le llevó a presagiar lo peor; le habían robado. Los amigos de lo ajeno habían desguazado tres motores de riego para «llevarse la bovina de cobre que hay en su interior». «Nadie vio nada, y cuando me fui el lunes todo estaba relativamente tranquilo», recuerda. Solo en esa noche, los ladrones se llevaron unos setenta motores de las distintas parcelas ubicadas en la carretera que une Manzanares con Arenas de San Juan. En un trayecto de unos doce kilómetros arrasaron con todo el cobre desvalijando los motores que se iban encontrado por el camino.
Ante la grave situación que se está produciendo, los agricultores han dado la voz de alarma y piden más efectivos para dar mayor seguridad al campo, donde «los robos se contemplan ya como un mal endémico», lamenta la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja). Y es que, este tipo de sucesos, además de los daños económicos, suponen una grave repercusión en el trabajo de los agricultores que no pueden seguir regando. Muñoz ha sacado la calculadora, y cifra en unos 9.000 euros las pérdidas entre los deterioros ocasionados en las explotaciones y en los cultivos y el coste de reemplazar y montar de nuevo los equipos. Estos robos pueden suponer la ruina de los agricultores.
Pablo Muñoz tiene 48 años y lleva 30 trabajando en el campo. Es la primera vez que sufre este tipo de hurtos, pero «a algunos compañeros les han llevado a robar el cable del pívot y el motor entero en más de una ocasión». Ante esta situación, la organización agraria incide en que se trata de un problema serio que «se debe atajar aumentando la presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el campo», por lo que los hechos ya se han puesto en conocimiento de la Guardia Civil y ha pedido una reunión con el subdelegado del Gobierno en Ciudad Real, David Broceño, para trasladarle la preocupación del sector por la seguridad en las explotaciones agrarias de los regantes y solicitarle más medios humanos para intensificar la vigilancia en el campo. «Los gobiernos y a quien le corresponde deben actuar. Se nos escucha poco y el campo está abandonado», lamenta Muñoz, quien reclama que vuelva la Guardería Rural. «Instalaré los motores nuevos, pero quién me asegura que mañana no vuelvan otra vez», se lamenta.
Desde Asaja Ciudad Real se insiste en la importancia de denunciar todos los robos que se producen en el campo porque «es esencial que la Guardia Civil sepa dónde se producen los incidentes para que puedan investigarlos y reforzar la vigilancia en las zonas conflictivas», por lo que la organización agraria espera que se actúe, se persiga y se sanciones estos sucesos.