Hace dos años el Ministerio de Sanidad puso en marcha la línea 024, un teléfono para prevenir el suicidio. Nació con la intención de ofrecer atención personal y apoyo ante la conducta suicida tanto para personas afectadas como familiares. Desde que se activó se han recibido 260.000 llamadas de todo el país, de las cuales 12.846 fueron derivadas al 112 para dar una atención urgente ante una situación de crisis.
De todas las llamadas que ha recibido la línea 024 en estos dos años, casi un cuatro por ciento llegaron de Castilla-La Mancha. En concreto fueron un 3,94 por ciento, un porcentaje similar al de otras regiones con una población parecida como Murcia o Castilla y León. Eso supone que en total fueron más de 10.000 las llamadas que se hicieron desde la región al 024.
Para hacerse una idea, esas cifras dan unas medias al mes de 427 llamadas de Castilla-La Mancha. Eso implica unas doce llamadas al día, lo que supone que aproximadamente cada dos horas se produce una.
A nivel nacional, el mayor número de llamadas procede de Andalucía, seguido de Madrid y Cataluña, que entre las tres acaparan más de la mitad de las llamadas. Los datos del conjunto del país reflejan que la mayoría de los usuarios son mujeres (101.915) en comparación con las 84.103 que hicieron los hombres. Por perfil de edad, el mayor volumen de llamadas se produjo en la franja de 50 a 59 años, con 42.674, seguida de la franja de los 40 a 49 años, con 37.527.
La mayoría de las llamadas las ha hecho el propio usuario, aunque también hubo 5.200 casos en los que llamaron familiares, en 18.472 fueron allegados y hubo 23.419 llamadas silenciosas.
En la clasificación de llamadas por valoración de riesgo, las consideradas como tentativa de suicidio fueron un 3,8 por ciento del total, mientras que un 8,1 por ciento se consideraron de riesgo alto y 2,1 de riesgo medio-alto. La mayoría de las llamadas son de riesgo medio o bajo, que suman más de la mitad.
Teléfono de la esperanza. Además de la línea 024, la mayoría de las personas conocen el teléfono de la esperanza, que lleva más de medio siglo funcionando en España con una importante red de voluntarios formados para ayudar a los que llaman. El teléfono de la esperanza tiene un fijo, el 914 59 00 55 y un móvil, el 717 033 717, pero además está organizado con centros repartidos por distintos puntos del país, como el que hay en Toledo, con el 925 23 95 25, o en Albacete con el 967 52 34 34.
La última memoria de gestión del Teléfono de la Esperanza, con datos recabados de 2022, muestra que recibieron 183.000 llamadas en un año.