Tres problemas llegan al Tajo desde Madrid: su bajo caudal por causa de la cuenca alta, la contaminación que le llega desde Madrid y la explotación por parte de los regadíos desde Aranjuez hasta Toledo. Tres problemas con solución que, ayer, durante una charla dentro del ciclo de conferencias Investigando el Tajo desmembró Raúl Urquiaga.
El salón de actos de la Real se convirtió en un punto de encuentro para aquellos que todavía quieren salvar el Tajo gracias a la charla del portavoz de Jarama Vivo. El conferenciante abordó la influencia que tienen los ríos de Madrid en la calidad de las aguas del Tajo. «Representan una superficie muy pequeña en cuanto a la cuenca, pero muy alta respecto al volumen de contaminantes que llegan al río toledano (más del 80% del total de los vertidos que se producen en el río)», argumenta Urquiaga.
«La solución de esta situación pasa por una mayor inversión en investigación en las depuradoras de la Comunidad de Madrid, que pertenecen al Canal de Isabel II. Nosotros venimos solicitando desde hace muchos años que buena parte de los beneficios que obtiene el Canal estén destinados a aumentar la capacidad de depuración de estas estaciones», explica en nombre de Jarama Vivo.
Además, Urquiaga apuesta por que todos los ríos de la cuenca del Tajo establezcan caudales ecológicos para que se termine con la situación de «expolio de agua que tiene el Trasvase Tajo-Segura» y un control sobre la situación «de extracciones abusivas que tiene el cultivo de regadío en la zona media». El conferenciante asegura que remediando esos tres males con estas tres soluciones, el Tajo tendría una situación sostenible y se alcanzaría un estado optimo en un periodo de diez o quince años.
La solución política. Con unas elecciones autonómicas recién celebradas, en las que el Tajo ha sido un caballo de batalla, tanto a nivel regional como provincial, Urquiaga espera que el cambio electoral suponga una modificación en la perspectiva con la que se mira al Tajo.
«Las administraciones tanto de Madrid como de Castilla-La Mancha nunca se han significado por poner oídos a las reivindicaciones que venimos haciendo desde los grupos sociales», se lamenta. Urquiaga mira el posible cambio de gobiernos como una «esperanza de que las cosas puedan cambiar». Una de esas peticiones que estas asociaciones llevan a cabo es que el Estado «elimine el memorándum que blinda el trasvase Tajo-Segura y se puedan iniciar otro tipo de procesos».