Expectación, un buen corrillo de cánticos, mucha espera y ningún resultado. Estaba previsto que hoy a mediodía se desplegara la bandera LGTBI+ en el balcón del Ayuntamiento, como primera actividad del la XVI Semana 'Toledo entiende', pero no se produjo a pesar de que el presidente del colectivo Bolo-Bolo, Ricardo Vicente, estuvo negociando dos horas dentro de las dependencias municipales.
En la fachada del Ayuntamiento no se pudo colgar la bandera arcoiría, acompañando a las cuatro que ondean siempre, a pesar de que se exhibía todos los años por estas fechas desde 2016. No es el primer ayuntamiento con un gobierno de coalición de PP y Vox que decide no colocar la bandera, pero Vicente confíaba en que Toledo no se sumara a este «retroceso de derechos humanos» y mantuviera este gesto institucional en apoyo al colectivo LGTBI+.
«Nos han puesto de excusa que han tenido poco tiempo, que acaban de llegar y todavía no lo habían decidido», explicó el presidente de Bolo- Bolo pasada la una de la tarde tras dos horas de reunión con la concejala de Asuntos Sociales, Inclusión, Familia y Mayores, Soledad Illescas.
Sobre la reunión, Vicente tildó el encuentro «de cordial», pero no le convenció la explicación de por qué la primera actividad del programa de la Semana 'Toledo entiende'no puede celebrarse como todos los años. «También me ha dicho que si por ellos fuera no habría problema, pero que no gobiernan solos y hay que contar con toda la gente del gobierno», añadió Vicente bastante sorprendido por el cambio de opinión del Ayuntamiento en esta nueva legislatura. Si bien, sostuvo que la negociación tampoco se había cerrado con un no rotundo y el equipo de Gobierno había dejado abierta la posibilidad «de colocarla, al menos un día, a lo largo de los próximos días», pero sin concretar más. Sin embargo, el colectivo Bolo-Bolo recibió con incredulidad esa probabilidad.
Pese a todo, Vicente también tuvo la oportunidad de invitar al nuevo equipo de Gobierno municipal a las actividades programadas y especialmente a la manifestación que se celebrará el sábado, a las 20 horas, desde la plaza de Zocodover hasta el Ayuntamiento.
Por otra parte, el presidente de Bolo-Bolo invita a la ciudadanía a que cuelgue la bandera arcoíris en sus ventanas y balcones en señal de apoyo y llamamiento para que se acuda a la concentración para enarbolar la bandera «de los derechos humanos». Además, el colectivo no se conformará con quedarse sin bandera en la balconada del Ayuntamiento y Vicente aseguró que hablará con otras administraciones, a pesar de que el tiempo apemia, para colgar la bandera LGTBI+ en la fachada de alguna administración.
Respaldo político. El Grupo Municipal Socialista e IU-Podemos también apoyaron a Bolo-Bolo con la presencia de Nuria Garrido, Marta Medina, Paco Rueda y Carlos Vega en la plaza del Ayuntamiento.
«Nos parecería un error que finalmente no se coloque la bandera LGTBI+ en el Ayuntamiento por su valor de la diversidad», apuntó Nuria Garrido, que aprovechó para recordar que «Toledo siempre se ha caracterizado por ser una ciudad diversa», con lo que lanzó un llamamiento al nuevo gobierno municipal para que cuelgue una bandera que representa «libertad, diversidad y convivencia».
Además, Garrido afeó la postura del nuevo alcalde, Carlos Velázquez, en la reciente entrevista en La Tribuna, concretamente, cuando dejó caer «que el PP y VOX habían hablado de temas serios que estaban en los programas» en referencia al colectivo LGTBI+. «Cuando hablamos de derechos LGTBI+ estamos hablando de derechos humanos», sentenció.
También manifestó su apoyo la exconcejal Olga Ávalos, número dos de Sumar al Congreso de los Diputados por Toledo, que acudió también en nombre del concejal de IU-Podemo, Txema Fernández, que no pudo asistir. Ávalos aseguró que la bandera en el Ayuntamiento no se coloca «por falta de voluntad», algo que considera un retroceso «en los derechos humanos.
El espontáneo grupo de apoyo que se formó a mediodía no paró de corear 'Se nota, se siente, Toledo entiende'. Y durante bastante tiempo gritaron: 'Detrás de esas ventanas, también hay lesbianas... Detrás de los balcones, también hay maricones...»