Su ubicación definitiva aún no está cerrada. La Junta de Castilla-La Mancha, promotora del proyecto, sigue sin pronunciarse, pero tras la negativa del Ayuntamiento de Guadalajara la opción de Toledo es la que tiene más visos de llevarse el gato al agua.

La futura Ciudad del Cine sigue sin tener confirmado su espacio final, pero el Ayuntamiento de Toledo y la Junta han estudiado las posibilidades y ya hay una propuesta firme encima de la mesa a expensas de que se produzca un visto bueno que debe de ser inminente.

Así, el parque de Polvorines se mantendría como la zona donde se levantaría la Ciudad del Cine, pero lejos de aprovechar los antiguos edificios donde se almacenaba la pólvora de la Fábrica de Armas de Toledo, la intención es reutilizar una estructura también degradada, pero mucho más moderna.

Se trata del esqueleto del conocido como  Centro de Investigación del Fuego (CIFU), un proyecto surgido en 2011 con la intención de avanzar en los diferentes aspectos que inciden en los incendios forestales, especialmente en su detección, así como la incorporación de nuevas tecnologías para combatirlos.

El proyecto, con un presupuesto de más de 4,5 millones de euros, incluía un edificio de 1.985,33 m² de planta, de los 107.121 m² totales de que dispone el parque de Polvorines, teniendo una altura total de unos 7,45 metros. La estructura se empezó a construir en marzo de 2011, bajo el gobierno de José María Barreda en la Junta y Emiliano García-Page como alcalde, y quedó paralizado tras la victoria electoral de María Dolores Cospedal.

Desde entonces, ha acumulado maleza y vandalismo, siendo hasta objeto de okupación puntual.

Actualmente el edificio permanece tapiado en muchos de sus accesos por razones de seguridad.

De concretarse la Ciudad del Cine en Toledo, ese edificio de casi dos mil metros cuadrados sería el epicentro de la actividad. Se habilitarían en su interior oficinas y platós, pero además se ampliaría la actual estructura con un nuevo edificio para albergar los rodajes.

En principio sería la única construcción a levantar en Polvorines, evitando así entrar en conflicto con la protección visual y ecológica de la zona. 

La Ciudad del Cine respetaría todas las zonas públicas del parque de Polvorines, permitiendo a los ciudadanos poder recorrerlo como actualmente, pero con el añadido que se recuperaría como zona verde.

Frente al edificio del Centro del Fuego se colocarían platós móviles y desmontables, favoreciendo así la actividad fílmica sin afectar al cono visual del Casco Histórico de Toledo.

La Ciudad del Cine contaría además con la mejor tecnología del momento, como un plató 'Mocap' de captura de movimiento, y un sistema virtual por chroma key. 

El plató principal contará también con sistema de tracking y captura de movimiento espacial, sistema de software y hardware de realidad virtual, sistema de cámaras broadcast, sistema de escenografía con un set permanente de chroma key, cabinas de sonido y una sala de formación para el aprendizaje.

Con todo, el proyecto va a contrarreloj, toda vez que para finales de año debe estar ejecutado a un 30% si se quiere disponer de los fondos europeos. El presupuesto total de la Ciudad del Cine ronda, sobre el papel, los 12 millones de euros; de los cuales 7,8 vendrán de Europa a través de los Next Generation. De confirmarse Toledo, su gran ventaja de cara a cumplir con los plazos estaría en la estructura ya levantada del Centro del Fuego.