Geodesic, empresa radicada en Madrid y que cuenta con un equipo de ingenieros, químicos, biólogos, informáticos y matemáticos que ofrecen soluciones para desinfección y mejora de la calidad del agua mediante su tecnología, ya opera en tres piscinas de Castilla-La Mancha, en Ciudad Real, Tomelloso y Villaseca de la Sagra.
En conversación con Europa Press, el CEO de Geodesic, Luis Botija, explica que la tecnología que es capaz de acometer este proceso está basada en procesos electroquímicos, a través de celdas electrolíticas formadas por ánodos y cátodos, a través de los cuales se provocan reacciones químicas naturales en el agua que generan oxidantes, "que son los que permiten trabajar con la materia orgánica, con los radicales libres del agua y con las bacterias y microorganismos de la misma".
Una técnica basada en un proceso físico, la electroporación, a través de campos eléctricos provocados fuera de la piscina, donde se rompe la membrana de las bacterias.
Un sistema que opera, además de en la región, en sitios "emblemáticos" como los vasos del Real Canoe, en el Club Natación de San Andreu o en la red de piscinas de la cadena de gimnasios GoFit, con cerca de setenta instalaciones.
Una propuesta que, defiende, supone "un antes y un después" gracias a la gran ventaja de no necesitar la adición de ningún producto químico en las piscinas, eliminando los tratamientos convencionales.
"Obtenemos una calidad del agua extraordinaria sin necesidad de aportar producto químico como el cloro, pero tampoco sal en el agua; así, evitamos las irritaciones, alergias, las molestias clásicas con el cloro o con el bromo", añade.
Ahorro a todos los niveles.
Los cálculos de ahorro en cuanto a líquido elemento no bajan del 70% en cuanto a reducción del consumo, a lo que hay que añadir el menor gasto de energía para climatizar el agua nueva o el gasto en productos químicos, lo que provoca un ahorro cercano al 20% en términos totales.
Un sistema que, más allá de lo deportivo circunscrito a piscinas o spas, pueden terminar de aplicarse en el ámbito industrial en los sistemas de enfriamiento de procesos en las torres de refrigeración y condensadores evaporativos.
Esta tecnología se aplica también en el campo de la industria alimentaria, principalmente para los procesos de lavado de fruta y hortalizas que se procesan en industria o directamente se envasan, donde se está consiguiendo un ahorro del 85%, eliminando el uso de productos químicos. Una tecnología que desde España empieza a desarrollarse en más países, más allá de Europa, incluso en Estados Unidos y México.
En términos generales, el ahorro se iría al cien por cien en cuanto a productos químicos, permitiendo además la desaparición de los procesos de manipulación, gestión y almacenamiento de productos.
El tiempo de mano de obra dedicado exclusivamente a la piscina se iría a la mitad; y en cuanto a la renovación del agua de la piscina, según los impulsores de este sistema, rozaría el 80%.
Con estos procesos se consigue igualmente más del 50% de reducción de la turbidez, una drástica reducción de la suciedad de las pareces del vaso de la piscina y de los elementos metálicos sumergidos o la eliminación de la grasa en la línea de flotación.
Sin químicos que afecten.
El jefe de Servicio de Instalaciones Deportivas del Ayuntamiento de Ciudad Real, Olallo Fernández, ha explicado cómo una de las ventajas de este sistema que se ha conseguido la "fórmula para que los productos químicos no afectasen a la salud de los deportistas y usuarios".
Con ese objetivo se encontró esta fórmula, con la que se ha conseguido eliminar el olor a cloro, del cual los deportistas llegaban incluso a quejarse.
Tras la incorporación de este sistema, los usuarios "están encantados", ya que el agua sigue teniendo "una valoración alta y está perfecta", a lo que se suma que no presenta "ese olor desagradable" de los productos químicos.
Además, con el sistema se ahorra energía y agua, con lo que "está siendo muy positivo" para el día a día de la piscina.