Emiliano lo sabe. Van a por él. Están al acecho del menor traspiés y aunque no lo dé, igualmente lo intentarán. Porque ya se sabe los que más peligro en la jungla política tienes son, de menor a mayor los rivales, los rivales, los enemigos y ¡los compañeros de partido!
 La operación ya está en marcha y sus rostros más visibles son bien conocidos, pero hay otros en la penumbra. Todos miran a Milagros Tolón, colocada por Page en la cúspide del Comité, Isabel Rodríguez, a quien le han quitado la Portavocía, pero de han dejado de ministra (Vivienda) y Magdalena Valerio (presidenta del Consejo de Estado) pero la jugada es mucho más soterrada y tiene otros nombres y caras no tan conocidas.
 Tolón es quien, desde luego, lleva el control operativo desde su decisivo puesto en el partido a nivel nacional y al ser también la secretaria provincial de Toledo de la organización.
 Y es en eso, en el control de las secretarias provinciales, en los cargos del aparato del PSOE, donde está el meollo de la cuestión. Porque el presidente regional tiene el poder, conseguido por mayoría absoluta en las urnas, el gobierno, sus delegaciones en las cinco provincias, los consejeros y todos los cargos derivados de ello. Pero y ¡ojo!, que no es baladí, al mando del aparato de todas y cada una de las direcciones provinciales del PSOE quienes están son afines a Sánchez. En diferentes grados de afinidad, desde los muy acérrimos, y que manifiestan abiertamente su disgusto con la posición de Page a quienes juegan entre dos aguas, pero que de tener que elegir barco, y ya lo tienen elegido en realidad, se montan sin lugar en el que pilota el señor de la Moncloa. Y que en su hoja de ruta ya tiene al castellano-manchego sentenciado.
 La intención es hacerlo con sordina y fácil no va a ser. Quien ha puesto a Page han sido las urnas, los electores y no los militantes, y eso tiene no solo un gran peso, sino que es harina de otro costal. Por ese lado poco, nada casi excepto socavar, pueden hacer, pero en cuanto surja la oportunidad, la aprovecharán.
  Pero se preguntarán, ¿Como puede lograrse quitar a Emiliano Garcia-Page de donde está y siendo esta Comunidad la única no uniprovincial, con peso territorial y poblacional que les queda y con mayoría absoluta?  Pues solo hay una manera, logrando que se vaya él, forzándolo a dimitir y sustituyéndolo por alguien de la cuerda sanchita.
Eso, lo último, sería lo más fácil. Vamos, que habría codazos por conseguir ser el ungido. Sin embargo, que Page tire la toalla es lo que es el hueso más duro de roer y que se les puede atragantar. Porque estar en la cabeza de los aparatos no garantiza ni siquiera su control, el apoyo al presidente regional es firme y entre los electores socialistas mucho más. Él sabe que le va a tocar aguantar, con las orejas alerta y de cara el viento para oler lo que el aire trae. Como las liebres. Pero me llega es que no solo está en modo resistencia, sino que conocedor de los galgos que vienen y que achantarse puede ser perdición, el ser él quien sale a cazar también puede ser una opción.