El hermano del presidente de Castilla-La Mancha, Javier García-Page, ha remitido una carta a la Agrupación Socialista de Toledo en la que pide la baja como militante del Psoe ante «la deriva del partido en estos últimos años y muy especialmente lo que en este momento está pasando y lo que sin duda va a pasar». Añade que «mis valores y principios socialistas resultan incompatibles con la militancia de este nuevo Psoe y que mis convicciones sólo pueden expresarse fuera de él». Espera y desea que el resto de compañeros sí puedan entender este nuevo rumbo que él considera incomprensible y despide su escrito con un lacónico «un saludo socialista». La carta la remite a Milagros Tolón, actual secretaria general del Psoe en Toledo, presidenta del Comité Federal y ex alcaldesa de la ciudad. JGP es uno de los ejemplos más claros y evidentes, pero no desde luego el único, del drama y desgarro personal que para algunos socialistas suponen las decisiones de Pedro Sánchez para continuar en el Gobierno. La única puerta que tiene un hombre en la vida es su conciencia y Javi Page la ha utilizado para ser coherente con sus principios.
La relación que los hermanos gemelos guardan entre sí es muy especial como casi todo el mundo sabe. Hijos de una gran familia humilde de San Román de los Montes, crecieron en el Casco Histórico de Toledo entre Alfileritos y las Carmelitas. Dicen que la conexión que los gemelos tienen es enorme y en su caso lo atestiguan hasta con la militancia política. Hacen juntos cantidad de cosas y de un tiempo a esta parte les gusta viajar y hacer escapadas de un día los fines de semana para encontrarse a sí mismos. Me cuentan que tan pronto se van a comer una paella a Villajoyosa, dar una vuelta por Portugal o cruzarse la Península Ibérica de punta a punta. Ahora Javi Page decide dejar el partido donde ha militado durante cuarenta años. El Psoe de la región lo respeta y dice que se trata de una decisión personal. El presidente de Castilla-La Mancha aún no ha hablado – cuando escribo este artículo- del asunto, aunque imagino que dirá algo parecido, pues ciertamente se trata de una cuestión personal. Sin embargo, me hago cargo del dilema de ambos. Primero de Javi, desde luego, pero también de Emiliano. En la fina observación y tenso pulso que uno guarde es donde se encuentra el instrumento adecuado para adoptar las decisiones que corresponden a cada ocasión.
Le dije a EGP antes de las elecciones autonómicas que si las ganaba, su gran problema y todo su talento político – que es enorme- debería estar en la gestión de la victoria. Recuerdo a uno de sus colaboradores más cercanos decir con sorna y la inquietud propia de cuatro días antes de los comicios algo parecido a «benditos problemas». Page ganó con mayoría absoluta y es el único dirigente socialista autonómico que la atesora. Ahora se encuentra en minoría ante la deriva que toma su partido y que sorprende a la gran mayoría de españoles. Las redes crean discursos en que lo exhortan a romper la disciplina de partido para evitar una investidura con los independentistas. Él las ha visto de todos los colores, pero lo supongo rodeado también de incertidumbres. Aunque desde luego se sabe mucho más útil dentro del partido que fuera de él. Estos días turbulentos volverán a poner a prueba su talento, clarividencia y determinación. Si algo se ha ganado EGP es la confianza de los castellanomanchegos para tomar las mejores decisiones. Y en el caso de su hermano, el cariño infinito de quien es su mejor apoyo, bastón y soporte. Igual que Javi, por supuesto.