La presencia de un individuo armado que vagaba por las calles de Fuensalida sobresaltó al municipio en la tarde del lunes. La amenazante actitud del varón, filmada desde diferentes dispositivos, generó un hondo problema de seguridad para los transeúntes y residentes de la zona. Horas más tarde, ya en el amanecer del martes, el hombre pudo ser reducido por la Guardia Civil en el interior de su vivienda, un domicilio preparado ad hoc para la defensa y de muy difícil acceso para sus perseguidores.
El detenido, un hombre de 43 años llamado Miguel Ángel, se mostró agresivo y desafiante durante una peligrosa secuencia que se prolongó a lo largo de unas doce horas. «Ya me conocéis; venid a por mí», llegó a decirles a los agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana que se desplazaron desde la Comandancia de Toledo hasta la localidad de Fuensalida.
El individuo se paseó con una pistola de aire comprimido con balines, un artefacto que mantuvo en sus manos delante de las fuerzas de seguridad. En la dotación del Instituto Armado que se personó en Fuensalida creen que el hombre les estaba esperando. Acotado el perímetro por el que podía deambular, el triste protagonista del suceso se dirigió a su domicilio particular, donde se atrincheró.
Imagen de archivo del atacante en un suceso ocurrido también en Fuensalida en julio de 2011. - Foto: Víctor BallesterosLa vivienda había sido dispuesta para facilitar la resistencia de su morador. Miguel Ángel se parapetó tras muebles y enseres de diferente tamaño. Los obstáculos dificultaron el acceso de la Benemérita a la casa: junto a los agentes -y la autoridad judicial que legitimó el paso a una propiedad privada- entró un negociador. Entretanto, el perseguido atacó con las flechas que lanzaba desde una ballesta, herramienta considerada como arma de fuego.
La labor para reducir primero y detener después al varón armado resultó «larga y difícil», según ha confirmado La Tribuna de fuentes conocedoras de la operación. Fue necesario el disparo de un agente sobre una zona no vital para poder reducir al infractor. En el interior de la vivienda se halló, además de la pistola de balines y la ballesta, un «arsenal» de armas blancas, incluyendo una catana y varios machetes.
El atrincherado fue apresado por los delitos de amenazas con arma de fuego, resistencia, desobediencia, atentado contra los agentes de la autoridad y homicidio en grado de tentativa. Tras el asalto fue conducido en una ambulancia al Hospital Universitario de Toledo, donde al cierre de esta edición permanecía ingresado. Durante la mañana de ayer, se le tomó declaración. Se desconoce si el individuo deberá permanecer en el centro sanitario bajo supervisión psiquiátrica.
PRECEDENTES. Miguel Ángel ya fue protagonista de un episodio similar en julio de 2011 en Fuensalida. El vecino, entonces recién llegado a la localidad, se atrincheró en su domicilio de la calle Isaac Peral, la misma ubicación en la que se han producido los hechos actuales, y disparó contra el dispositivo de seguridad que le conminaba a entregarse sin hacer uso de las armas en su poder. Pese a la advertencia, disparó con flechas y balines a varios de los agentes desplegados e hirió a cuatro de ellos.
Tras aquel suceso, los medios locales bautizaron al joven con el alias de 'El rambo de Fuensalida'. Durante el episodio de 2011, el hombre se refirió a sí mismo como Dios y detalló, según recogió este periódico en su edición del sábado 16 de julio, más casos de parecida factura. «La he liado en Murcia y en Japón y aquí también la lío; o me sacan muerto o no me sacan de aquí», proclamó entonces.
«Todos los días igual», lamentan quienes conocen de cerca el proceder del sujeto ahora detenido. El varón, que conserva un físico vigoroso doce años después, sigue representando una amenaza para la convivencia en su entorno más próximo.
«SERENIDAD». El alcalde de Fuensalida, José Jaime Alonso, agradece la «rapidez, agilidad y, sobre todo, la serenidad» con la que los diversos efectivos policiales desplegados en el municipio han actuado para reducir la amenaza que el hombre supuso. Alonso asegura que lo sucedido en las últimas horas es «un hecho aislado» y define al municipio que preside como «un pueblo tranquilo y hospitalario». El Ayuntamiento remarca su «total y absoluta» colaboración con los medios policiales y llama a la tranquilidad.