El arzobispo pide paz "para un mundo que pierde el norte"

M.G
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Francisco Cerro Chaves señala que Zocodover se convierte "en la catedral de la Iglesia". Durante la breve alocución ha puesto el acento en las guerras y en la necesidad de alcanzar la paz y reconducir el camino hacia Jesucristo

La Custodia llega a Zocodover con gran expectación - Foto: Y. Lancha

Zocodover esperaba con ganas y con abanicos con el sol despuntando la llegada de la Custodia, que ha aparecido arropada por el cortejo procesional poco antes de las doce y media. El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, aguardaba en la grada colocada en el Arco de la Sangre para pronunciar su breve alocución en una plaza plagada de espectadores que ha vuelto a convertirse un año más "en la catedral de la Iglesia", dispuesta y entregada a la tradición, la fe y a la necesidad de ir caminando "para ver a Jesús".

El encuentro de la Custodia con el arzobispo marca uno de los grandes hitos de la procesión y la extensión de una homilía centrada en la paz, el sentido de la vida y el significado de la Eucaristía. Cerro Chaves se ha referido a la labor de Cáritas, a la oportunidad "de mirar al prójimo" y al privilegio que otorga Jesús "a todos los que están cansados y agobiados de tantas cosas". En este sentido, subrayó que el Señor está ahí "para aliviarnos" y reconducir el camino "de un mundo que pierde cada vez más el norte porque ha perdido la fe".

El arzobispo ha vuelto a poner el acento y su preocupación en las guerras, como suele hacerlo también el Papa Francisco, con referencia especial a los conflictos "en Tierra Santa, Ucrania, Sudán" y tantas otras, "más de 50" envueltas en muerte, violencia y desesperación para recordar la importancia de la paz en estos momentos. "La Iglesia dice, si quieres paz defiende la vida. Con la paz no se pierde nada, con la guerra se pierde todo".

Ante la atenta mirada de un público enmudecido que no quería perderse esta alocución, Cerro Chaves ha invitado a la reflexión y a confiar en Dios. "Por muy oscura que sea la noche llega la aurora", ha asegurado, al tiempo que también se ha preguntado "qué sería de nuestra vida" si no tuviésemos a Jesucristo. "¡Viva Jesús Sacramentado!", gritó para encontrar la pronta respuesta de cientos de toledanos y turistas que han buscado hueco en una plaza que se ha prestado como Iglesia en la calle a media mañana.