El Ayuntamiento de Toledo y la patronal de empresarios de la provincia ratifican su deseo de que la conexión por AVE entre Madrid y Lisboa opere en 2030, un plazo que las declaraciones realizadas la pasada semana por el comisionado del Gobierno central para el Corredor Atlántico estira hasta dos años después. Carlos Velázquez asegura que el «momento es ahora», mientras que Javier de Antonio, presidente de Fedeto, reclama «rapidez» al Ejecutivo español para que la infraestructura esté disponible al tiempo de la celebración del Mundial de fútbol que ambos países organizan.

El alcalde de Toledo llama a eludir la polémica surgida respecto a la idoneidad de que el trazado de la línea discurra por la capital regional, una idea que la Mesa por Talavera, colectivo ciudadano de la ciudad de la cerámica, estima inconveniente para el futuro de la obra. «Hay que pasar página y trabajar de la mano», apunta Velázquez sobre un asunto, el de la estación en Toledo, que entiende quedó resuelto por consenso favorable hace mucho tiempo.

Ambos representantes y el coordinador de la Plataforma Corredor Sudoeste Ibérico, Antonio García, han mantenido esta tarde una reunión tripartita en el Ayuntamiento, un cónclave que refrendó la importancia del servicio para la provincia. García insta a «cumplir los plazos estimados por la Unión Europea», recuerda que las instituciones comunitarias «obligan a los Estados miembros a hacer las inversiones en las líneas que Europa marca» y lamenta la «gran preocupación» que la demora que arrastra la unión de las capitales ibéricas genera.

6 DE MAYO. Madrid acogerá el primer lunes del próximo mes un encuentro entre los principales representantes de las administraciones implicadas en la propuesta de alta velocidad. Según Velázquez, será un «gran acto» que debe mostrar la «unidad política y social» en torno al proyecto. García, por su parte, propone «usar a Europa», que también tendrá presencia en la reunión «de supervisor y garante».