El proyecto de la calle Alfares afronta su último mes de obras

Leticia G. Colao
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El concejal de Urbanismo adelanta que en los próximos días se abrirá el acceso de Alfares por Trinidad para la entrada a garajes y la salida por Santa Teresa

El proyecto de la calle Alfares afronta su último mes de obras - Foto: L.G.C.

Las obras de rehabilitación y revitalización de las calles Alfares y Marqués de Mirasol afrontan la última fase de los trabajos agilizando el ritmo. La parte central de la obra es la más atrasada de un proyecto que pretende cambiar la imagen de la zona pero que ha dejado numerosos inconvenientes durante su desarrollo, y que aún los sigue dejando.

Los trabajos, que se iniciaron en el mes de junio, no han tenido  la premura que hubiera gustado a vecinos y comerciantes del entorno, que han visto cómo diferentes negocios han cerrado sus puertas, al menos de manera temporal, ante la imposibilidad de llegar a sus clientes. El cierre de las vías al inicio de los trabajos y su posterior apertura, con más inconvenientes que ventajas al ser prácticamente imposible su paso, ha generado numerosos problemas e incomodidades a residentes y empresarios.

No obstante, desde el Ayuntamiento defienden la apertura a viandantes y a vehículos en algunos tramos, para el acceso a viviendas y a comercios, principalmente, aunque reconocen que lo mejor y más rápido para el proyecto hubiera sido el cierre completo. No obstante, en los próximos días puede abrirse el acceso de Alfares por Trinidad, limitado únicamente al paso de vehículos a garajes, y su salida por Santa Teresa.

El proyecto de la calle Alfares afronta su último mes de obrasEl proyecto de la calle Alfares afronta su último mes de obras - Foto: L.G.C.Así lo indica a La Tribuna el concejal de Urbanismo, Benedicto García, quien destaca que se enfila el «tramo final» de las obras. El grueso de los trabajos se encuentra en el centro de la zona en la que se trabaja, en Alfares con Morenito de Talavera y Barrio Nuevo y hasta su entronque con Marqués de Mirasol y la calle Almanzor, donde actualmente se acumula todo el material.

En estas zonas los operarios de la empresa adjudicataria se afanan para cumplir con los plazos establecidos, siendo el 30 de noviembre la fecha de finalización de un proyecto cofinanciado en un 80 por ciento por los fondos europeos de la Estrategia EDUSI, y que se debe acabarse y justificarse ante Europa antes de final de año.

El concejal se muestra confiado en el cumplimiento de los plazos de ejecución, a pesar de las últimas lluvias que tienden a retrasar el proyecto, y tras el parón de varias semanas provocado en verano por la falta de material.

Los dos extremos del proyecto, en la calle Alfares junto a Prado y Marqués de Mirasol, son los puntos más avanzados. Esta última debería haberse finalizado en septiembre pero, aunque abierto al tráfico rodado, sigue sin finalizar por completo. En sus aceras, ahora como plataforma única, numerosos palets tapan grandes agujeros para evitar riesgos a los viandantes. Así lo harán hasta la instalación aquí de los árboles y nuevos puntos de iluminación que completarán el proyecto, indica el edil.

Algo similar ocurre en el otro extremo. En la calle Alfares, junto a la plaza de la Trinidad, la instalación del pavimento que llega hasta el entronque con la calle Morenito de Talavera está más que avanzada. Con la ubicación de adoquines prácticamente finalizados, a falta de algunos remates, destaca la presencia de numerosas vallas, palets o canalizaciones que dificultan el paso de peatones, pero que es algo habitual en un proyecto de rehabilitación y reforma de todo un eje comercial.

Circulación. El desarrollo de este proyecto para renovar la zona Alfares-Marqués de Mirasol ha obligado a modificar la circulación de las calles aledañas. Así, ante las calles cortadas al paso de vehículos, algunas otras se han abierto permitiendo el tráfico rodado pese a tener un carácter peatonal, entre ellas la calle Trinidad. El Ayuntamiento tomó esta decisión para permitir el acceso de vehículos a la calle Prado que, con el corte de Alfares, perdía todo su sentido.

Otras vías, que confluyen en la calle Alfares, no se han cerrado al tráfico para evitar más problemas de circulación, aunque la salida de los vehículos a las obras ocasiona quizá más incertidumbre por hacerlo a un entorno poco transitable y con demasiados obstáculos. Es el caso de la calle Matadero. En su salida a Alfares, junto a la Puerta de Zamora, algunos conductores se paran  preguntándose si realmente pueden acceder y si lo hacen con toda la seguridad para ellos y sus vehículos. Algo similar ocurre a los que salen de la calle Mesones a las cuatro calles, zona donde ahora se realizan parte de las obras.

Desde el Ayuntamiento lamentan los inconvenientes que siempre generan las obras, más en el centro de la ciudad, y cuando están implicadas viviendas y locales comerciales. Sin embargo, también son conscientes de que una vez finalizado, el resultado ayudará a potenciar una zona deprimida junto al Casco Histórico a la que se quiere dotar de más vida. «El resultado merecerá la pena», explica García.