El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía ha inaugurado la exposición 'Esperpento. Arte popular y revolución estética', que presenta el concepto formulado por el escritor Ramón María del Valle-Inclán como una herramienta para romper el encorsetamiento social, político y cultural de principios del siglo XX. El alcalde, Juan Ángel Almonacid, y familiares de Catalina Sandalia Simón concurrieron el día 8 a la inauguración de la muestra, que incorpora piezas de 'Tía Sandalia'.
El Ayuntamiento de Villacañas y Juan Novillo, en representación a la familia de 'Tía Sandalia', firmaron en junio un acuerdo de cesión temporal para que algunas de las obras de la artista pudieran ser contempladas en uno de los museos más importantes de España.
La Tía Sandalia, natural de Villacañas (nacida en 1902 y fallecida en 1987), fue una artista autodidacta, representativa del arte naíf más popular. Sin formación artística formal, la Tía Sandalia comenzó a hacer esculturas y pinturas para explicar a sus hijos la Historia Sagrada.
El milagro artístico de la Tía SandaliaLa mayoría de sus modelos procedían de imágenes de culto cercanas, estampas y la imaginería popular, empleando siempre materiales del entorno, especialmente yeso y barro para las esculturas y telas para las pinturas.
La obra de Catalina Sandalia Simón jamás fue vendida y a su muerte fue legada por sus herederos al Ayuntamiento de Villacañas. Este año, 14 telas y 9 esculturas han viajado hasta el Museo Reina Sofía para que visitantes de todas las partes del mundo puedan contemplar este legado hasta el 9 de marzo de 2025.
Los visitantes descubrirán piezas como 'Cristo atado a la columna', 'Ofrenda de la Tía Sandalia', 'Mi alma es tuya', entre otras. Asimismo, disfrutarán de 'Niño con pan', una pieza destacada de su legado como única no religiosa.
La exposición se articula en ocho grandes secciones. Comienza en las últimas décadas del siglo XIX con 'Antes del esperpento', donde se muestra una selección de la prensa satírica del momento, pinturas y dispositivos ópticos populares que fueron un antecedente de las técnicas de deformación. Luego, ya en el siglo XX, 'Visión de medianoche' se adentra en obras artísticas relacionadas con los efectos de la Primera Guerra Mundial, el espiritismo y los estados alterados de conciencia que evidencian el impacto de una realidad que se descomponía.
'Tablado de marionetas' y 'El honor de don Friolera/Martes de carnaval' convocan elementos y formas literarias de la tradición popular para denunciar abiertamente el desacuerdo de Valle-Inclán con los poderes fácticos. 'Luces de bohemia' incluye referencias explícitas al momento de revuelta social y decadencia de la bohemia en el que transcurre la obra homónima.
Por su parte, 'Retablos' se adentra en obras de artistas, que convergen con los relatos del escritor, donde se mezcla la religiosidad con la tradición popular para mostrar instintos, pecados y pasiones. 'Tirano Banderas' presenta la encarnación del esperpento en la figura del tirano que retrató el escritor (y que permanece el día de hoy): un líder político grotesco, la degradación de un héroe en el que bullen la crueldad, la soberbia y el miedo.
Por último, 'El ruedo ibérico', título tomado del proyecto de novelas inconcluso de Valle-Inclán, cierra la exposición con la metáfora de la historia de España como una gran plaza de toros, donde violencia, política y espectáculo revelan las tensiones previas que devinieron en la Guerra Civil.