El alcalde de Aldeanueva de San Bartolomé, Ángel Farao, recuerda entre risas las anécdotas vinculadas a su apellido. «Hay quien se confunde y dice '¿Parao?' Parao, no, Farao. Aún estoy en activo», bromeaba el regidor cuando aún ejercía como policía nacional. Se trata de una rareza entre el inabarcable repertorio de los 47 millones de españoles. Sólo 46 personas se apellidan de primero o de segundo Farao. Y todos residen en la provincia de Toledo, como revelan las estadísticas el Instituto Nacional de Estadística.
19 españoles se apellidan de primero Farao, como el alcalde de Aldeanovita. Y 27 más aparecen en el Documento Nacional de Identidad con este apellido de segundo. Y nadie más. El alcalde, a sus 72 años, conoce a otro puñado de vecinos o vinculados al pueblo, «8 o 10», con esta misma herencia familiar.
Una indagación somera del alcalde ubica el origen el apellido en Portugal o Brasil. En su caso, su padre y su abuelo nacieron en este pequeño pueblo jareño de unos 400 empadronados. «Pero no está confirmado al cien por cien», apostilla Ángel Farao, quien destaca por un trato exquisito.
Los medios de comunicación han difundido en los últimos meses listados con los apellidos más infrecuentes, según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística. No figuraba Farao, pero hay menos 'faraos' incluso que personas con esos apellidos tan excepcionales.
En el polo opuesto, el apellido García figura en la primera posición del país con 1.449.647 de primero y 1.469.697 de segundo. Y 76.407 de primero y segundo. A años luz de Farao, ese apellido aparentemente de origen jareño que sigue encerrado entre las paredes de la provincia de Toledo.