El Ejército ucraniano cruzó el río Dniéper y pasó a la parte ocupada de la región de Jersón, donde habría liberado al menos una localidad, mientras que espera la llegada de más misiles ATACMS y de los aviones F-16.
El pulso por la margen izquierda del Dniéper
El Ejército ucraniano amenaza con romper las defensas rusas en Jersón, con desembarcos en la margen izquierda del río Dniéper e intentos de establecerse en estas posiciones.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas insinuó en su parte de este jueves la liberación de la localidad de Pischanivka, al señalar que la aviación rusa la había bombardeado.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) constató, en base a imágenes geolocalizadas, avances ucranianos al norte de Pischanivka y la vecina Poima, ambas a unos 3 kilómetros al este de Dniéper.
Sin embargo, el gobernador impuesto por Moscú en Jersón, Vladímir Saldo, afirmó en Telegram que "los intentos del enemigo de afianzarse en la margen izquierda fueron infructuosos" y tras sufrir graves pérdidas se retiraron.
Ucrania ha hecho varios intentos infructuosos de cruzar la otro lado del río Dniéper, pero en agosto pasado lograron por primera vez izar la bandera amarilla y azul en la zona de dachas cerca del puente de Antonivka.
Costosos avances en Avdivka
A su vez, las fuerzas rusas lograron "avances confirmados" por imágenes geolocalizadas en una autopista al sur de la ciudad de Avdivka, según el ISW.
Rusia lanzó la semana pasada una fuerte ofensiva con el fin de cercar y tomar esta ciudad, que en 2021 tenía una población estimada de 31.000 habitantes, y ahora apenas supera los 1.600.
Ucrania no ha perdido nunca el control de Avdivka y la ha convertido en uno de sus principales bastiones en la región de Donetsk, desde el cual hostiga permanentemente la capital regional, lo cual la convierte en un objetivo prioritario de las fuerzas rusas.
Esta ofensiva, según Ucrania, cuesta la vida de miles de soldados rusos, un precio demasiado alto en comparación con las ganancias obtenidas.
"Lograron un avance táctico en la zona de Krasnohirivka, pero en comparación con las pérdidas que sufrieron allí este avance táctico (...) no vale la pena", indicó el analista militar ucraniano Denis Popovich, en declaraciones a UNIAN.
Llamados a la evacuación
No obstante, el jefe de la administración militar de la ciudad, Vitali Barabash, declaró a la televisión ucraniana que la situación en Avdivka "es realmente muy difícil", lo cual impide la entrega de ayuda humanitaria a los civiles.
"Incluso detuvimos el envío de la ayuda humanitaria durante este período de intensificación de los combates", indicó, al señalar que todavía hay reservas de alimentos y medicinas.
Según Barabash, "en la ciudad quedan 1.601 personas".
"Continuamos la evacuación poco a poco (...) Espero que las circunstancias actuales impulsen a la gente a optar por la evacuación", dijo.
La ayuda de Occidente, otro frente de la guerra
En tanto, la ayuda de Occidente es otro frente más de la guerra: el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dirigirá hoy un mensaje a la nación para pedir 100.000 millones de dólares de apoyo a Ucrania, Israel y Taiwán.
Más de la mitad de esta ayuda, 60.000 millones de dólares, estaría destinada a Ucrania.
Desde Kiev, el ministro de Exteriores, Dmitró Kuleba, se mostró optimista y anunció la próxima llegada de nuevos misiles ATACMS y de los esperados cazas F-16.
"Ya tenemos todos los tipos de armas que queríamos a nuestra disposición. Ahora se trata de incrementar su cantidad, alcance, modificación", afirmó en una entrevista a la televisión ucraniana.
Kuleba señaló que la entrega de los ATACMS, utilizados a principios de semana por primera vez en la guerra de Ucrania, se concretó gracias a un acuerdo entre Biden y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, durante la reciente visita de este último a la Casa Blanca.
Además, aseguró que durante la primera mitad de 2024 Ucrania recibirá los F-16, "en cuanto los pilotos concluyan su preparación" y estén listas las pistas de aterrizaje para estos cazas.
"Todas las conversaciones sobre armas con nuestros socios comenzaban con un 'no'. Ucrania convirtió todos esos 'no' en 'sí' y ahora tenemos con qué combatir al enemigo", afirmó.