La alcaldesa de Camuñas, la psicóloga Carmen Cano, ha dedicado a Prudencia una de sus últimas visitas tras 12 años en el cargo municipal. Se trata de la vecina más longeva de la localidad manchega y acaba de cumplir 108 años, que celebró la semana pasada con una bandeja de pasteles junto al resto de sus compañeros de la vivienda tutelada. Allí reside la centenaria desde hace 19 años con otros ocho paisanos, uno de ellos centenario.
Más joven pero igualmente centenaria, es Teresa Palomino, vecina de Consuegra. El alcalde, José Manuel Quijorna, visitó el pasado fin de semana a esta mujer nacida en 1922 para entregar una placa conmemorativa que encierra el cariño de sus familiares y vecinos. Teresa, viuda de Afrodisio de la Cruz, supone la raíz de ocho hijos, 18 nietos y 25 bisnietos.
Las visitas de los alcaldes a los centenarios ocurren con frecuencia y hacen presumir una comunidad relativamente grande de ejemplos de longevidad. El Instituto Nacional de Estadística confirma la impresión: hay 263 empadronados en la provincia con 100 o más años. La cifra se corresponde con principios de 2022, el último registro de este organismo autónomo adscrito al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
La provincia, a golpe de ‘centenariazos’Este número de vecinos centenarios representan un incremento del 14 por ciento con los datos de 2021. Por entonces, había 231 en los municipios de la provincia tras el descalabro de la pandemia, causa presumible de la reducción en comparación con 2020.
Las mujeres suponen el grueso de los centenarios en la provincia; no en vano, los hombres suman solo el 21,6 por ciento del total de 263. Hay 206 mujeres con 100 o más años y solo 57 hombres, uno de ellos extranjero. El único foráneo del listado.
cada año más longevos. Las estadísticas del INE evidencian un aumento paulatino en las cifras de centenarios, con un estirón en el último registro anual. En 2002, sólo 97 empadronados alcanzaban esa edad. 10 años más tarde, la comunidad provincial de ancianos entre los ancianos sumaba 164. Y siempre con las mujeres como grueso del total: en 2012, había 136 mujeres por 28 hombres, que significaban solamente el 17 por ciento.
Cinco años después, en 2017, el número de centenarios superó los 200. Y hubo un incremento paulatino hasta que el año de la pandemia frenó la progresión. La diferencia interanual entre principios de 2020 e inicios de 2021 muestra un leve descenso de empadronados: de 235 a 231.
Pero le ha sucedido un estirón formidable en el último registro, donde ya figuraban las manchegas Prudencia y Teresa.