Gregorio reconoce su preocupación por la Casa de los Canónigos

Leticia G. Colao
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El alcalde de Talavera asegura que pedirá ayuda para rehabilitar los Canónigos a todas las administraciones y anunció que ya trabajan en qué uso se le puede dar una vez reformado

Gregorio reconoce su preocupación por la Casa de los Canónigos - Foto: L.T.

El alcalde de Talavera confirmó ayer la «preocupación» del equipo de Gobierno por el derrumbe de una parte de la cubierta y del muro de fachada de la Casa de los Canónigos, y más aún por el temporal que estos días traerá lluvia y ráfagas de viento que pueden incidir en la falta de mantenimiento del edificio. José Julián Gregorio explicó que este ha sido uno de los efectos más visibles del inicio de estos días de lluvias, «aunque la causa viene de muy atrás, ya que el edificio se ha adquirido hace mucho pero no se ha actuado sobre él», indicó.

Por ello, y antes de que vuelva a colapsar otra zona del complejo de los Jéronimos, el Ayuntamiento ha pedido «ayuda económica urgente» a la Diputación Provincial, también se solicitará al Estado y al Gobierno regional «porque estamos ante un edificio histórico de Talavera».

Así, confirmó que una vez que pasen estos días de lluvia se comenzará a actuar de urgencia «y después pediremos los fondos donde los tengamos que pedir para actuar, porque han sido 20 años de dejación y no vamos a esperar otros 20 años», indicó.

Preguntado por los medios, el  primer edil aseguró que ya han «activado» el convenio que el anterior Gobierno de García Élez solicitó a la institución provincial en abril del presente año, con una dotación económica de 250.000 euros, la mayoría destinada a uno de los dos edificios que conforman el claustro prior del Monasterio de Santa Catalina, pero «estamos esperando la respuesta de Diputación», aseguró.  

El alcalde se mostró nuevamente crítico con el desarrollo de este convenio que, insiste, no dejó firmado la anterior alcaldesa, aunque el PSOE asegura lo contrario. «Son cosas que no se hicieron, cosas que se tenían que haber hecho y ahora protestan», lamentó Gregorio, quien añadió que «las palabras se las lleva el viento, lo que tenemos que hacer es trabajar y decir vamos a hacer y hacer».

Por ello, aseguró que ya están en contacto con la institución provincial, informando de lo que ha pasado en una joya del patrimonio talaverano «y que ese convenio se firme ya».

Junto al concejal de Urbanismo, Benedicto García, el alcalde confirmó la «preocupación» por si el edificio «sigue colapsando», algo que confía que no vuelva a ocurrir.

FUTURO USO. Desde el Gobierno municipal no quieren perder ni un minuto más en su rehabilitación, «demasiado tiempo se ha perdido ya», dijo el alcalde. Por ello, anunció que paralelamente se ha empezado a trabajar «en qué se puede hacer en este edificio, qué uso se le puede dar».

Así, sin aclarar exactamente cuál es la intención del Ejecutivo local y sin concretar si retomarán la idea de establecer aquí el Museo de la Ciudad y sus Antiguas Tierras, Gregorio indicó que se han reunido con técnicos para comenzar a valorar el futuro proyecto a desarrollar. «Estamos en ello porque si esperamos como se ha esperado hasta ahora otros tantos años, puede que se nos caiga otro trocito de la historia de Talavera y no estamos para que se nos caiga  la historia de Talavera; si queremos hacer una ciudad de primera tenemos que tener  los monumentos visibles y visitables, no solo para que lo vean los talaveranos sino la gente que viene a hacer turismo».

El claustro prioral del antiguo monasterio jerónimo de Santa Catalina, conocido como la Casa de los Canónigos, sufrió un colapso en el ala occidental del complejo, viniéndose abajo parte de la cubierta y del muro de fachada del segundo y último piso el pasado martes.

El derrumbe tuvo lugar en uno de los dos edificios que forman el  complejo junto a la iglesia de Santa Catalina, que data de la primera parte del siglo XVI, y al que se suma una ampliación en el siglo XVIII.

Con este colapso, se han perdido pinturas murales originales con decoración de motivos vegetales y el medallón con el escudo del Cardenal Tenorio, elementos relativos a la orden de San Jerónimo y la Fundación de Santa Catalina, además de las arcadas adosadas a la fachada.