El claustro de la Catedral se convierte esta tarde en la escena de 'Decíamos ayer, decimos hoy', un recital de textos de Fray Luis de León. ¿Pesa más o menos este escenario que otros siendo agnóstico y recitando a este poeta y teólogo?

No tiene nada que ver la belleza con el agnosticismo. Que Fray Luis de León haya escrito unos poemas bellísimos significa que es admirable el simple hecho de que los escriba, sea yo o no creyente. Ahí el valor de las creencias importa poco, importa el valor de las cosas. Fray Luis de León es un enorme escritor que escribe una serie de poemas sobre la divinidad, la vida, la existencia y el porvenir de España. Habla de cosas humanas y divinas de una manera excelente. Por eso lo hago, sea en la Catedral o en pleno campo. Lo importante es establecer una comunicación con el público.

¿Ha participado en la selección de los textos de este montaje?

La selección de textos la ha hecho Salvador Collado con los músicos de Urueña que intercalan cánticos y melodías medievales y renacentistas dentro del recital. Eso le da un valor añadido a lo que es el recital en sí. Los textos de Fray Luis son textos para escuchar, pero también para leer porque es un poeta para ser leído. Me parece excelente mezclar música y poesía a veces porque tienen casi el mismo origen. 

¿Es complejo llevar la poesía lírica a escena? ¿Exige una preparación específica que no se necesita para otro tipo de actuaciones teatrales?

Sí, claro. La poesía clásica, que se divide en poesía lírica y dramática, tiene métricas distintas y obliga a tener una buena y clara dicción. También obliga a defender el tempo de la rima de la estrofa de esos poemas en concreto. No es lo mismo que sean octavas reales que sonetos. 

No hay muchos actores reciten clásicos ahora, ¿no?

Creo que sí hay gente que se dedica a compaginar recitales con otras producciones teatrales. Hay que tener en cuenta que antes era parte de nuestra formación dedicarnos a la lírica, que no hay que confundirla con la música aunque los versos  tengan musicalidad.

El recital dura solo una hora. ¿No se queda el público con más ganas de disfrutar de Emilio Gutiérrez Caba?

Una hora para este tipo de recitales es absolutamente correcto. Hay que tener en cuenta que el estatismo en escena es básico para un recital y puede cansar. Aun así, ese estatismo terminan llenándolo los músicos con sus notas y alejan de alguna manera esa imagen fija y estática con la música.

Algunas críticas de este recital dicen que Gutiérrez Caba recita desde su serena maestría. ¿Cómo se lo toma?

Agradezco mucho el elogio y esa perspectiva de las críticas, pero no puedo juzgar si tengo o no una serena maestría porque depende más del público que de mí. Afortunadamente, soy ignorante en esto y estoy agradecido.

El título del recital, 'Decíamos ayer, decimos hoy' es sugerente e invita a preguntarle lo mismo. ¿Qué decíamos ayer y decimos hoy?

Está claro que hay puntos en común y que el ser humano ha evolucionado poco desde los míticos Adán y Eva. En cuanto a las pasiones de Fray Luis de León, me parece que todo lo que se diga y se haga a través de la palabra, en este caso de Fray Luis como en otros casos con místicos como Santa Teresa o San Juan de la Cruz, está bien porque critica una serie de aspectos sobre los que conviene reflexionar. Y si me tengo que quedar con alguno de los místicos sería con Santa Teresa, una escritora formidable que supera a todos porque tiene una cocina poética de cinco estrellas.

El año pasado publicó 'Memorias de Cine'... ¿Podría haber una segunda parte con 'Memorias del teatro'?

Es complicado hacer memorias de teatro porque es un continuo vivir con alguien y a veces no sabes dónde enfocar el objetivo. En 'Memorias de Cine' hablo de las películas en las que ha participado y sobre mi relación con los demás, pero en teatro es más delicado hacer lo mismo porque estás muchos días con tus compañeros y tienes altibajos en la relación. Dar opinión sobre los intérpretes coetáneos es difícil e incluso polémico. Lo he pensado e intentado, pero más como investigación que como otra cosa y siempre choco con el prurito de no atreverme a hincar el diente en una cosa tan delicada. 

¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Estoy trabajando sobre dos recitales de poemas y canciones y me han ofrecido una dirección teatral y estoy estudiando la posibilidad. También en enero tengo una propuesta de serie de televisión. 

No para...

No me dejan parar. Además, soy presidente de Aisge, la sociedad de gestión de imagen de los actores, y me obliga a una cierta vida laboral. También estoy haciendo ahora  'Galdós Enamorado 2023', una lectura teatral con María José Goyanes y se ha incorporado una actriz excelente que se llama Marta Gutíerrez-Abad.