A última hora del viernes, y a escasas horas de constituirse la nueva Corporación Municipal, corría por las redes la carta redactada por el Jefe de Bomberos de Toledo, Isabelo Sánchez, que desde su perfil personal, agradecía los apoyos recibidos y la labor de sus compañeros.Asimismo, afeaba los comportamientos del equipo de Gobierno saliente, señalando a la alcaldesa y al concejal de Seguridad Ciudadana. «Ha sido un nefasto gobierno municipal de la ciudad, el del PSOE, con Milagros Tolón y Juan José Pérez del Pino», asegura Sánchez en su escrito a la vez que espera que se hundan ya en la ciénaga del olvido, de sus pobres vidas de antaño».
En la misiva, se recordaba la labor del Cuerpo y como siempre han resuelto las problemáticas y emergencias surgidas, lamentando que no hayan tenido el respaldo ni el reconocimiento por parte de los gobernantes que han tachado de «caos» en cuanto a la gestión.
Sin duda, una despedida sonada, en la que hubo lugar para el reconocimiento a la labor y apoyo que les manifestaron tanto los concejales de IU-Podemos, Txema fernández y Olga Ávalos;Ciudadanos, Esteban Paños y Araceli de la Calle, y el del PP, Pablo Corrales.
Milagros Tolón conversa con Juan José Pérez del Pino en una foto de archivo.A continuación reproducimos íntegramente la carta:
«Gracias a todos los amigos que habéis seguido el trabajo de los bomberos del Ayuntamiento de Toledo en esta última legislatura. Gratitud hacia quienes han apoyado nuestras reivindicaciones, porque creían que eran justas y merecidas. Os aseguro que, hoy por hoy, a pesar de la falta de interés, desprecio, maldad, engaños y mentiras del hasta hoy «nefasto gobierno municipal de la ciudad», del PSOE, con Milagros Tolón y Juan José Pérez del Pino, mis compañeros no han dejado de poner todo su esfuerzo y corazón para servir a los vecinos de nuestra ciudad. Podrán cometerse errores, las personas pasamos por momentos buenos y malos, las emergencias, a veces, se comportan de forma inesperada, y es posible que en ocasiones estemos más o menos acertados, porque errar es humano, pero os puedo garantizar que en el Cuerpo de Bomberos de Toledo tenemos, en el momento actual, unos profesionales comprometidos con el servicio público, la mayoría muy jóvenes (a los viejos nos quedan dos telediarios, y creo que eso es bueno, porque hay que renovarse), preocupados por su preparación física, por reciclarse en los conocimientos en este mundo tecnificado, por adquirir nuevas habilidades y competencias.
¡Imperdonable poner en peligro su fuerza e ilusión! Y es que, este gobierno municipal, al igual que ha sido caótico en gran parte de las áreas municipales, lo ha sido en la dirección política del Parque de Bomberos. Todo caos, cuando no gestión inútil, interesada o vacía, y los últimos momentos, para nota, utilizando las cuestiones de las reivindicaciones, mezcladas con asuntos del servicio, y la soberbia y arrogancia por creerse vencedores en las elecciones, al más puro estilo..., vengativo, para presionar en las negociaciones, a favor de sus intereses, caprichos, o por vendetta. ¡En fin!
Y es que, después de 36 años de servicio, uno conoce, o cree conocer un poco el paño político. Y no digo que otros lo hubieran hecho mejor o peor, porque, en general, lo único que pretenden, o han pretendido, todos nuestros próceres políticos en la gestión de este servicio, lamentablemente, es no tener problemas, no salir en los periódicos, que las cosas estén calmadas, y si hay conflictos, que no trasciendan a la opinión pública. Nada de mejorar la atención ciudadana con criterios técnicos razonables.
¡Qué hostias, si los fuegos se apagan siempre, pues ya está, para qué más! Y claro, las cuestiones o problemas, cuando se plantean cosas que se pueden mejorar o solucionar, incluidas las reivindicaciones, si no se resuelven, se van acumulando, hasta que acaban por estallar.
Algo que aprendí pronto es que la vida sigue, y los políticos siempre pasan, y estos, como otros, se van ya, y probablemente, como ha sucedido con la mayoría, no volverán. Por lo menos yo ya no estaré para verlos si ocurre esa desgracia. Y nosotros seguimos aquí, sirviendo a los ciudadanos, en nuestro puesto de trabajo, orgullosos y felices de sentirnos valorados por los vecinos, mientras ellos se hunden ya en la ciénaga del olvido, de sus pobres vidas de antaño. Y es que, lo siento mucho por la democracia, pero algo falla, cuando personas tan limitadas pueden llegar a tener tanto poder. A algunos, los más afectos, los que mejor han hecho el paripé, los que alcanzaron una mejor posición a base de medrar, en general no por su capacidad personal, una desgracia de nuestra democracia, en lugar de ir al paro, como todo hijo de vecino, los colocarán; en el Congreso, en el Senado, como Consejeros, en una Dirección General, en una Fundación, o de porteros en la sede del partido. ¡Y es que ahora se les queda tanto cliente fuera de juego, que hay que poner a toda máquina la agencia de colocación!¡Tremendo!
Y los Bomberos del Ayuntamiento de Toledo, seguimos, y seguiremos sirviendo a nuestros vecinos, nos dirija políticamente quien nos dirija. Espero que, en el futuro (cuando ya no estemos), la dirección técnica siga teniendo independencia técnica, algo que no gusta, parece, a nuestros gobernantes, pero en mi opinión necesaria, para contrarrestar, con realidad y razón, el interés político por mantenerse en el poder, a cualquier precio, o los caprichos del ilustre al que le endosan la responsabilidad, o su jefa. E independencia intelectual, sindical y política, que es un derecho de cualquier ciudadano, para manifestar sus opiniones, sean cuales sean, para ponerse detrás de la pancarta en la que le dé la gana estar, sin que eso tenga repercusión en la esfera laboral. Los que se van, ya se difuminan en mi memoria, condenados a la indiferencia y al olvido. Los que llegan, como siempre, tendrán su tiempo para ponerse al día, y espero que resuelvan los problemas pendientes, y reconstruyan las grandes quiebras actuales: las reivindicaciones enquistadas, la confianza, las necesidades de gestión, los planes de futuro, el relevo necesario, etc. Si no es así, volveremos a la casilla de salida, otra vez más, una pena, y eso no será bueno para nadie, y a algunos nos queda un telediario.
Como perro viejo, sé que no es lo mismo, como decía antes, gobernar que estar en la oposición. Lo tengo presente. También creo que el caos de este gobierno municipal es difícil de superar. No he conocido ninguno igual en todos mis años de trabajo. Por muy malos que sean los que vengan, es difícil hacerlo peor. Espero, por el bien del servicio, y de los ciudadanos, que haya un cambio en el Parque de Bomberos. Y esto lo digo, los que me conocéis lo sabéis, con dolor ideológico en mi corazón, por lo sucedido en las recientes elecciones, y por el cariz que toma el país. Pero es de bien nacido ser agradecido y, teniendo en cuenta todo lo dicho anteriormente, y el agradecimiento reiterado a los vecinos, que mayoritariamente nos habéis apoyado, quiero dar las gracias, en el ámbito laboral, a todos mis compañeros, no habría imaginado unos compañeros mejores en el final de mi carrera, y en el plano político a personas concretas de la oposición, por su cercanía, apoyo, o preocupación por nuestros problemas: a Pablo José Corrales Aragón, del Partido Popular, incomprensiblemente excluído de las listas de su formación, habría sido un gran alcalde, a Esteban Paños y
Araceli de la Calle de Ciudadanos, buena gente, trabajadores incansables, necesarios en nuestra ciudad, injustamente dejados fuera del Ayuntamiento, y Txema Fernandez y Olga Avalos Rebollo de Izquierda Unida, no por ser los últimos menos importantes para mí, luchadores incansables por lo público y los derechos de los trabajadores, más necesarios que nunca, contrapeso imprescindible en un mundo en crisis de derechos o ambientalmente, y falto de esfuerzo, valores y capacidad crítica.
Gracias amigos...»