«Mucha historia de Toledo se guarda en cajas de zapatos»

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El historiador Rafael del Cerro pronunció en la Escuela de Arte una conferencia sobre el valor documental de imágenes antiguas • Reivindicó la labor de los fotógrafos particulares

«Mucha historia de Toledo se guarda en cajas de zapatos» - Foto: Víctor Ballesteros

Hace más de treinta años, mucho antes de la llegada de Internet y las redes sociales, historiadores como Rafael del Cerro Malagón reivindicaban el valor de la fotografía como herramienta para el estudio y el conocimiento del pasado. «En la actualidad, nadie pone en duda el valor de las imágenes realizadas por autores como Charles Clifford. No obstante, a veces cometemos un error al acercarnos a la fotografía histórica con excesivo interés anticuario. ¿Es más valiosa una imagen de Toledo cuanto más antigua sea? Esto no tiene necesariamente que ser así». Rafael del Cerro, quien ayer pronunció en la Escuela de Arte una ponencia titulada ‘Retazos de un siglo a través del documento fotográfico’, opina que hay una verdadera multitud de intrahistorias, de gran interés para los historiadores, contenidas en miles y miles de fotografías domésticas, familiares, muchas de ellas anónimas. «Era Publio López Mondéjar (uno de los grandes expertos en historia de la fotografía en España) quien aseguraba que a menudo grandes testimonios de nuestro pasado estaban metidos en el trastero o en el desván, guardados dentro de cajas de dulce de membrillo o cajas de zapatos».

El historiador, quien reconoció que durante las últimas tres décadas se han producido grandes avances en España, reivindicó no obstante la necesidad de revisar algunas viejas ideas. La proximidad del centenario de la muerte de Casiano Alguacil (el primer gran fotógrafo toledano) en 2014 podría permitir actualizar el estado de la cuestión, desmentir algunos tópicos y arrojar una nueva luz a partir de nuevos descubrimientos y nuevas mentalidades.

Rafael del Cerro Malagón ofreció, en el salón de actos de la Escuela de Arte, una serie de ejemplos, ‘retazos de la historia’, relacionados con la evolución urbana y acontecimientos específicos a través de las imágenes. Expuso fotografías de edificios, centrándose «más que en sus características arquitectónicas, en su funcionalidad y en quienes los habitaron», y dedicó una pequeña parte de su conferencia a las fotografías de prensa. «Los fotoperiodistas realizan una labor muy importante, porque no solamente dan testimonio de los hechos, sino de su entorno, en el que trabajan, en el que viven». Por otro lado, expuso fotografías privadas procedentes de Casa Rodríguez y de otros fotógrafos toledanos del siglo XX como fuente documental.

Del Cerro recomienda acudir a historiadores y especialistas.

Hay distintas alternativas para quienes poseen una de esas cajas de zapatos repletas de fotografías antiguas. Algunas de ellas, incluso, más allá de la importancia documental e histórica que intrínsecamente poseen, pueden tener valor económico. «Lo principal es que la gente sepa lo que tiene, con independencia del uso que vaya a dar a sus imágenes, y evitar que se pierdan o acaben en la basura, como, desgraciadamente, ha sucedido tantas veces». Rafael delCerro Malagón, en este sentido, recomienda a los interesados que acudan a historiadores y especialistas en fotografías antiguas. Instituciones como el Archivo Municipal han realizado una importante labor de búsqueda, estudio y catalogación a lo largo de los últimos años. Aparte, el número de historiadores de la imagen ha crecido y se ha especializado considerablemente durante los últimos años, por mucho que todavía cueste, en algunos campos de investigación histórica (incluso dentro de la propia universidad), dar a la fotografía un valor documental intrínseco que vaya más allá de la mera ilustración de acontecimientos. «Desde luego, yo personalmente, como Rafael del Cerro, me ofrezco desinteresadamente a asesorar en este terreno a quien lo necesite».

Según este conferenciante, quien, durante los años ochenta, realizó un importante esfuerzo de investigación junto a pioneros en el estudio de la fotografía histórica como Publio López Mondéjar, «es absolutamente legítimo darle a estas imágenes una salida comercial; ahora bien, otra posibilidad es donarlas a un centro público, donde estén a disposición de todo el mundo. Eso sería estupendo para quienes nos dedicamos al estudio del pasado a través de la fotografía».