El primer proyecto de puente para unir Polígono y Azucaica viene de hace más de cuarenta años. Entonces se presentó un proyecto de autopista de peaje entre Madrid y Toledo que incluiría esta infraestructura, que habría sido anterior a puentes como el de Azarquiel o el de la Cava.
Cuatro décadas después, han sido muchos los anuncios, pero todavía no se ha creado el tan esperado puente, que ahora parece más necesario que nunca, en vista de la falta de accesos al nuevo hospital Universitario del Polígono y los atascos en la TO-23, que une este barrio con el resto de la ciudad. El puente parece que, ahora sí, va a ser una realidad, en el proyecto de A-40, que hace poco menos de un año aprobó de forma provisional el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Parte del corredor que forma la CM-4001 (carretera de Azucaica, Mocejón, Villaseca, Añover hasta la R4 y luego sigue a Ocaña) y añade una conexión directa entre la N-400 y la TO-22. Recientemente, se acaba de aprobarse el estudio informativo por valor de doscientos millones de euros.
En lo que respecta al trazado del puente en sí, el Ministerio recibió dos alegaciones en tiempo y forma, durante el pasado mes de agosto. Una es una modificación por motivos medioambientales elaborada por Ecologistas en Acción. La otra viene por parte de Abel Gómez, propietario de la finca de Mazarracín, entre Azucaica y el río. Su propuesta es que el puente se mantenga en el lugar previsto, pero que la incorporación a la carretera CM-4001, futura A-40, se desplace unos tres kilómetros hacia Mocejón.
El proyecto presentado por el Ministerio recoge que la carretera que salga del Polígono sea la continuación de Vía Tarpeya, una vez pasado el 'barrio avanzado'. Tras cruzar por el polígono industrial entre Galvanización Toledo y Logisfashion, cruzaría el río por el meandro más cercano, para circular después de forma paralela por la mencionada finca de Mazarracín hasta incorporarse a la CM-4001 una vez pase el vivero 'El Tajo'.
Este puente, argumenta Gómez, «no es el puente que necesita Azucaica». Desde luego, no sería la mejor opción para acercar sus vecinos al hospital; de hecho, entiende que de quedar así, muchos optarán por el actual trazado. El propietario de Mazarracín explica que este es un puente para la salida de los camiones del polígono industrial hacia Madrid, Levante y Extremadura. Sabe bien de lo que habla porque él mismo trabajó en su día de camionero, y en vista de su experiencia, avisa: es posible que este puente saque todos esos camiones de la To-23, la carretera del Polígono, pero si la carretera queda en el lugar previsto, muchos camioneros optarán por pasar por la puerta de Azucaica y volver al Salto del Caballo en dirección a Madrid, en lugar de ir hacia Mocejón.
De ahí su propuesta de mejora del trazado. Al mover la incorporación, se animaría a los camioneros a tomar la actual A-40 hacia Maqueda y Ávila, o acceder desde allí a las dos alternativas hacia Madrid, en lugar de retroceder hacia el Salto del Caballo y llenarlo de más tráfico, y afectar a los tramos toledanos de la A-42 o la TO-21.
Gómez además reitera que este puente no va a beneficiar a sus vecinos de Azucaica para ir al hospital. Son muchos los que así lo piensan, apunta, cuando conocen el trazado. Su propuesta es que, además de esta actuación, se ejecute otro pequeño puente junto al antiguo ferroviario, o más cerca del barrio, por el que no puedan pasar los camiones.
Tierras fértiles. Gómez no oculta que esta mejora del trazado propuesta también le haría menos daños a su finca. La propuesta del Ministerio haría pasar la carretera por las tierras más fértiles de la finca Mazarracín, en concreto, por encima de tres pivot de riego. También cruzarían por un complejo sistema de tuberías para el riego y por los cables de la luz. Por no hablar de las consecuencias visuales y para las aves del río que tendría el talud de seis metros paralelo al cauce, que no recoge Gómez en su alegación, pero sí Ecologistas en la suya.
Con esta alternativa de mejora, la nueva carretera continuaría atravesando la finca de Gómez, de eso ve que no se va a librar, pero al menos le haría menos daños a su trabajo. Recuerda el afectado que, durante siglos, Toledo ha vivido de la producción agrícola de Azucaica y de Valdelobos. Y estas tierras, en concreto, eran de las más fértiles.