El inicio de temporada del Barcelona está siendo más que notable. Sin embargo, en toda plantilla siempre hay asuntos por resolver. Uno de ellos es la situación de Andreas Christensen.

El danés no ha tenido apenas protagonismo en este inicio de curso. Una tendinopatía en el Aquiles izquierdo, tal y como reportó el club hace unos meses, le ha mantenido fuera de la competición en este tramo. 

El defensa tuvo minutos en el primer partido del campeonato liguero, contra el Valencia. Sin embargo, desde aquel compromiso no ha podido vestirse de corto nuevamente.

Son más de 80 días de ausencia para un jugador cuya baja, además, no estuvo exenta de polémica. Su lesión, al ser considerada de larga duración por los servicios médicos del Barça, permitió la inscripción de Dani Olmo, fichaje estrella del club blaugrana este verano, en el torneo doméstico. Una maniobra discutida, pues se pensaba que el problema físico del central no implicaría una ausencia tan larga.

Pero lo cierto es que Christensen aún no ha vuelto a entrenar con el grupo. Y la competencia en defensa ha aumentado más que nunca. La pareja formada por Iñigo Martínez y Pau Cubarsí parece, hasta el momento, inamovible. Y el uruguayo Ronald Araújo avanza con paso firme en su proceso de recuperación. Tres jugadores que apuntan a ser claves para Hansi Flick en lo que resta de temporada. Incluso Éric García también ha demostrado ser otro activo de garantías en esa demarcación y también en la medular.

Está situación podría provocar la salida de Christensen a corto plazo. Tal y como destacó un medio digital en los últimos días, el escandinavo podría finalizar su vínculo con el Barcelona próximamente, ya sea en el mercado de invierno o de verano.

El futbolista tiene contrato hasta 2026, por lo que estos próximos meses podrían resultar decisivos para que la entidad de la Ciudad Condal intente buscar un traspaso que le reporte un rédito económico.

El danés llegó a la disciplina del Barcelona en julio de 2022, procedente del Chelsea, y sin que el cuadro catalán tuviera que aportar dinero a su anterior club.

Un fichaje que, teniendo en cuenta los números de la pasada temporada, ha sido rentable para la escuadra culé.

Christensen fue el octavo jugador con más minutos acumulados la última campaña entre toda la plantilla, con un total de 2775. Disputó un total de 42 partidos, de los cuales 37 fueron como titular.

Bajo las órdenes de Xavi Hernández, el zaguero contó con una elevada participación, en parte, gracias a su poloivalencia. En más de una ocasión el escandinavo tuvo que desempeñar el rol de pivote. Un recurso valioso en un Barcelona que, en la 2023/24 echó en falta un jugador de esas características en varios encuentros.

Ahora, con la irrupción de Marc Casadó y el regreso de Frenkie de Jong, unido también a la recuperación de Gavi, Christensen también podría encontrar dificultades para obtener una mayor participación en el esquema de Hansi Flick.

A favor del internacional danés juega que, además de contar con buenas aptitudes defensivas, también es un jugador con gran trato de balón. Ejemplo de ello es su elevada precisión en el pase, con un hasta un 94,3 por ciento de envíos completados entre todas las competiciones el pasado curso. También sus 117 pases progresivos (fue el sexto en este apartado entre todos sus compañeros) son argumentos a su favor para hacerse un sitio en el esquema del técnico alemán

Pero la realidad también manda y la situación financiera del Barça sigue sin ser la idónea. Ello podría provocar que Christensen fuese uno de los jugadores con el cartel de 'transferible' de cara a próximos mercados.