En las guerras del norte de África hubo muchos muertos españoles y muchos suboficiales con las más grandes condecoraciones. Esta es solo una pequeña parte de la historia de este rango del Ejército. El cuerpo de suboficiales nació en España en el primer año de la República, 1931, y se mantiene hasta la actualidad. Son «un cargo intermedio, entre la tropa y los oficiales, son los que realmente asumen las órdenes de la autoridad y los que los ejecutan», apunta Jerónimo Naranjo, autor del libro 'Los suboficiales del Ejército. La memoria de los olvidados. 1931-1999', que esta mañana ha presentado en el auditorio del museo del Ejército. A su juicio, «muchas guerras se han perdido por la falta de suboficiales profesionales o se han ganado porque una funcionalidad muy poderosa, como se vio en la Guerra Civil o la II Guerra Mundial».
Los suboficiales son los olvidados «porque hay muchísima bibliografía sobre tropas, como las quintas, hay canciones... Hay de los oficiales también, y de los héroes, que la mayoría son oficiales. Pero los suboficiales son los olvidados». Con este libro, fruto de una década de investigaciones historiográficas, Naranjo los quiere sacar del olvido. No se centra en batallas ni recuerdos, sino que investiga en diarios oficiales, colecciones legislativas, boletines oficiales del Estado y alguna, muy poca, noticia. A la hora de destacar algún nombre concreto, Naranjo apunta que esa ya no es su labor, porque ya lo hizo Miguel Parrilla en su libro 'Los caballeros de África'. Solo hace un estudio bibliográfico y llega a la conclusión de que «sin ellos sería imposible el Ejército».
Jerónimo Naranjo fue toda la vida suboficial, de la segunda promoción (1976) de la Academia General Básica de Suboficiales, y se jubiló el Ejército como teniente. Lleva desde 2010 introduciéndose en los contenidos que han dado a luz este libro. Primero estuvo cinco años preparando una tesis sobre el tema y después diez años más trabajando el libro.