Los vecinos de las urbanizaciones de La Legua y Vistahermosa mostraron durante el Consejo de Participación del Distrito Norte celebrado el pasado 7 de marzo su preocupación por los robos que se han cometido en ambos barrios durante los últimos meses, unos hechos que también han afectado a algunos residentes de otros puntos de la ciudad cuyas viviendas se encuentran próximas a las carreteras TO-20 y TO-21. Para mejorar la seguridad de la zona, alejada de los principales núcleos urbanos de la ciudad, los residentes plantean la instalación de cámaras de videovigilancia. La responsable municipal de Seguridad Ciudadana y vicealcaldesa, Inés Cañizares, confirmó la puesta en funcionamiento de un dispositivo vinculado al proyecto de Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la rotonda de acceso a las dos colonias, situada en el punto kilómetrico 8 de la TO-21, un recurso que en «las urbanizaciones más alejadas va a venir muy bien», indicó la representante del bipartito.

La Junta de Gobierno Local del pasado 5 de marzo aprobó la propuesta de instalación de cámaras en los principales accesos a la ciudad. Aunque se trata de un proyecto de marcado carácter medioambiental, la presencia de instrumentos de filmación va a permitir a la Policía Local una mejor «vigilancia» de los coches que entran y salen de Toledo. Las cámaras se pondrán sobre la rotonda a lo largo de los seis próximos meses.

El cometido de los aparatos es el control del tráfico. Los nuevos dispositivos ejercerán, de manera prioritaria, como indicadores para la contaminación dentro de la nueva ZBE que regirá la movilidad en la ciudad de Toledo. Sin embargo, el rastreo de las matrículas proporcionará un registro que ayudará a reforzar la seguridad en dos urbanizaciones afectadas por saqueos y de difícil protección por su condición de periféricas.

El Ayuntamiento, además, se muestra dispuesto a plantear una mayor presencia de los dispositivos de grabación en las calles donde se han denunciado episodios puntuales de inseguridad. Cañizares sugirió la posibilidad de ampliar el número de cámaras, dentro tanto de las líneas maestras del plan de bajas emisiones como de la normativa de protección de datos, para favorecer la vigilancia policial.

TRÁFICO, NO SEGURIDAD. «Hay que distinguir entre cámaras de tráfico y cámaras de seguridad», aseguró el concejal socialista Francisco Rueda. «No son cámaras de seguridad: apuntan a la calle y no a las casas», insistió. El edil del prinicipal partido de la oposición rebajó el alcance que la presencia de estas cámaras puede tener para la seguridad de La Legua y Vistahermosa y recordó que su presencia estará vinculada a la evolución de la contaminación de la ciudad y no tanto para la protección de la ciudadanía. Rueda alertó contra la «ilusión» que puede generar entre los vecinos una medida cuya efectividad se desconoce y que aún tardará algunos meses en implementarse.